sábado, 10 de marzo de 2007

Ismael y los desobedientes

Apreciado desde el punto de vista de la independencia y de la vena libertaria inherente a todo revolucionario que se precie, el gesto de Ismael García al anunciar que a “su” partido no lo desaparece nadie, pudiera calificar como noble. Los problemas con dicho gesto son varios. El más hilarante, por supuesto, tuvo que ver con el espantoso arrugue (menos de 72 horas le duró el ímpetu rebelde) que el decorador de la cosa esa llamada “Podemos” se encargó de enfatizar mediante afiches y símbolos. Cuando emitió su soberbia declaración de autonomía, el día viernes, detrás suyo había unas retadoras calcomanías que espetaban: “¿Quién dijo miedo?”. Tan varonil fue el desafío que mucha gente olvidó algo: Teodoro tuvo que tragarse en octubre o noviembre ese mismo eslogan, no ante Chávez sino ante “Elbú” Rosales.

Transcurrió el fin de semana.

El día lunes el decorador le cambió la calcomanía por una foto gigante del presidente, con lo cual quedó respondida la pregunta anterior. Aquel afiche y aquella sumisión al dueño de “sus” votos queda traducida así: “Yo dije miedo”.

El exceso de valentía a veces se paga, pero se paga con la frente en alto y sin andar porai dando lástima. El miedo también se paga: el gentío que salió corriendo del “Podemos” nomás escuchar los argumentos del “jefe” seguramente no regresará jamás. Ismael tendrá que contarnos ahora si sigue pensando que los 800 mil votos de diciembre eran de la franquicia, de él o de Chávez… ¿O de un proyecto de país?

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Pero hay que ir más allá en el gesto, pues pone en evidencia muchas cuestiones turbias, o al menos poco claras, presentes y activas en ese reguero de propuestas y tendencias llamado “chavismo”. Es preciso hacer un diagnóstico de lo que ocurrió realmente con el buen Ismael. Es evidente que cuando él y la cúpula de “su” partido dicen que éste aportó muchos en la reelección del Presidente, se lo están creyendo de verdad. Ellos no lo han dicho, pero según lo indica ese desafío abortado o muerto en la niñez, parece que Podemos creyó poder dividir al país entre chavismo e ismaelismo. Que la gente iba a saltar alborozada la talanquera, pero no desde Podemos hacia el otro lado sino al contrario. Asunto también ingenuo y digno de risa. Pero hay otros menos graciosos.

Por ejemplo, la persistencia en medir la importancia política de un partido en términos de cuotas de poder: si tantas personas tocaron la tarjeta de Podemos en las elecciones entonces me tocan tres ministros; si fueron 100 mil más entonces me tocan cuatro. Con semejante estructura mental, idéntica a la guanábana puntofijista, pretenden seguir llamándose y que los llamen revolucionarios. En el cerebro de estos paladines del comemierdismo, la Revolución queda reducida a simple asignación de cuotas y padrinazgos, a atornillamiento de cacicazgos regionales y a porte de una chapa gloriosa en la cual se lee la inscripción: “El portador de la presente es rrrrevolucionario y pana de Didalco Bolívar. Cuidao con una vaina”.

¿Será necesario convencer al Didalco y al otro mamagüevo de Sucre de que, por mucho que los regionalismos pesen y cuenten, ni Maracay ni Cumaná se le voltearán a Chávez para cuadrarse con los sujetos que malgobiernan esas entidades?

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Si no hubieran demostrado ser tan tembleques y cagones a la hora de la chiquita, habría que reconocerles algo esencial: su derecho a no meterse en el llamado partido único. El problema es que no se mantuvieron firmes en su rebeldía sino que salieron a pedir perdón y a explicar lo que al principio quedó suficientemente claro: Ismael García dijo en castellano que no se calaba el autoritarismo, el pensamiento único y todo ese discurso que Globovisión explota tan bien todos los días. Lo dijo, no lo insinuó; tres días después estaba tratando de explicar que las cosas no son tan así. En ese momento perdió lo único que le quedaba: la nobleza de haber echado para afuera lo que en realidad lleva entre el pecho y la espalda.

En esos mismos días, a 600 kilómetros de Caracas (en Carora, sector La Otra Banda, en un caserío llamado El Papayo), otro grupo de personas, de esas que sí han sabido ser desobedientes, realizaba una especie de asamblea en la cual se discutieron unas cuantas cosas esenciales y otras más episódicas: desde la necesidad de volver a ver al ser humano como partícula emparentada con el suelo, el reino animal y los vegetales que pululan en el planeta, hasta la necesidad de fijar una posición frente al Estado burgués, esta cosa incongruente sobre la cual queremos hacer una revolución. Somos revolucionarios pero pretendemos construir algo decente sobre las bases y las semirruinas de una hechura adeca: estamos pelando bolas. Alguien habló de la necesidad de declarar una ruptura con ese Estado; advertir sobre el peligro de que este juego perverso y promiscuo de vendernos como hacedores de una nueva sociedad, y al mismo tiempo andar agarrados de manos con unos burócratas, instituciones y concepciones hechas a la medida para una sociedad burguesa, puede arruinar el proyecto en pleno. No sé qué conclusiones arrojaría al final ese encuentro, pero cuando me retiré se respiraba este espíritu: el movimiento (M-13A– PNA, digámoslo) es libertario y desobediente, y por lo tanto va siendo hora de cortar lazos con las estructuras cuya esencia tiende a sabotear el proceso y el liderazgo de un Chávez casi solo en medio de una manada de conservadores.

Nunca es bueno hacer de futurólogo, pero esta vez es fácil: este movimiento no echará nunca para atrás en su desobediencia. Hay razones, pero unas saltan a la vista más que las otras: porque existe antes que Chávez fuera una referencia pública y por lo tanto no necesita un padrinazgo; porque no es un partido político sino expresión de una corriente histórica; y porque esa reunión, y otras que vendrán, no se produjeron en el Hilton sino en la tierra profunda de Lara, con gente mimetizada y mezclada con los cardones, el sol más antiguo de la tierra, los olores nobles del cují y la mierda de chivo.

Allá, donde el pueblo desnuda su condición de partícula planetaria errante y creadora, jamás llegarán Ismael García y los de su jaez. Los desobedientes de verdad no piden excusas ni hacen ascos del olor de los corrales.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

JR, sólo te hago una pregunta de interesado: ¿quién más está relatando este proceso de una manera independiente pero comprometida y autocrítica como tú?
Es que busco más argumentos, excavo buscando interlocutores, y es bien poco lo que hay.
A ver si invitas a más panas de esos a abrir sus blogs.

Yosmary Delgado dijo...

Hola Duque, te fuiste antes???

No te enteraste de las votaciones???

Yo estuve allí...

Saludos, Yosmary.

JRD dijo...

LuisCarlos. Esto no es joda: yo he indagado entre mis panas chavistas a ver quiénes están absolutamente de acuerdo en todo con el Gobierno, quiénes no tienen nada que decir sobre las cosas negativas, y no encuentro a ningún chavista que crea que este es un gobierno perfecto. He encontrado, sí, quien cree que las imperfecciones se discutan y corrigen a puertas cerradas.
¿Quieres ver casi en tiempo real cómo se debate y se critica en tono durísimo, a veces sangriento, sobre el chavismo y entre chavistas? Te sugiero que leas los artículos de opinión de Aporrea. Ahora mismo (12:45 del lunes 12 de marzo) acabo de echar unas cuentas, y me he encontrado con que, de 65 artículos enlazados en su páginma principal, 24 revelan que no hay un chavismo único, monolítico y dócil, sino una ebullición de posiciones.
Ya sé que esto, en el lenguaje de la derecha y de algunos estúpidos, no se llama democracia y pluralidad sino "divisiones y fracturas". Pero de todos modos te recomiendo la lectura de estos:

*http://www.aporrea.org/actualidad/a31797.html

*http://www.aporrea.org/ideologia/a31764.html (LA AUTORA DE ESTE SE PRESENTA COMO FIRMANTE DEL REFERENDO REVOCATORIO CONTRA CHÁVEZ)

*http://www.aporrea.org/actualidad/a31793.html

*http://www.aporrea.org/ideologia/a31787.html

*http://www.aporrea.org/ideologia/a31784.html (ESTE ES MUY REVELADOR)

*http://www.aporrea.org/trabajadores/a31763.html


Yosmary, no se me ocurrió preguntar por ti. Yo estuve casi todo el tiempo en la mesa donde estaban Roland y Edgar Márquez. Supongo que el resumen lo enviarán por el Grupo Yahoo, ¿es así?
Gracias por comunicarte, amiga.

Anónimo dijo...

Estoy seguro que el espíritu que reinó en el encuentro de Carora fué tal cual lo describes, a pesar de que algunos pocos estaban pendientes de cuadrarse con la verga esa del patido único,los mismos que creen que ser desobediente es pegar brinquitos y tirar dos o tres consignas en cuanta vaina se organise aunque despues se caguen ante la o el jefe de turno, se meten a "desobedientes" porque es la manera mas sencilla de "militar" como si ser desobediente es estar inscrito en una vaina llamese M13 o cualquier otra cosa y no una forma permanente de vida.
Lo mejor de todo es que los desobedientes entrecomillados no trascienden.

Anónimo dijo...

Luis Carlos, a ver si cojes calle y participas aunque sea en un equipo de pelotica mierdera.Hurgando en los blogs no vas a conseguir al revolucionario critico porque está en la calle y su lugar de lucha y transformación social no es precisamente el ciberespacio.