¿Quién no recuerda el viejo chiste sobre los tres tombos de Scotland Yard, el FBI y la PTJ, puestos a competir en la búsqueda de un conejo? ¿O el absurdo de la Inquisición, precedente y ejemplo de cómo han impuesto su verdad las hegemonías? ¿Fue realmente voluntaria la confesión del tipo? ¿Se tratará del cochino que capturó la PTJ, gritando aterrado que él es un conejo? No hace falta fijarse en el aspecto del señor Khalid Sheikh Mohammed para sacar una conclusión. ¿Qué puede uno suponer o imaginarse de un interrogatorio perpetrado en una cárcel inaccesible para nadie que no sean los torturadores y sus víctimas?
Y la última. ¿No le sale el tiro por la culata al señor Bush, quien ahora deberá encontrar otra justificación para la cantidad de muertos, desaparecidos y mutilados de Afganistan, país cuya ocupación paga todavía el precio del derrumbe de las Torres Gemelas? ¿Le pedirá disculpas a Bin Laden, ya que ahora sí encontraron al “verdadero” criminal?
2 comentarios:
Coño de su madre. Y perfecto el fenotipo del tipo para que los white trash odien los restaurantes arabes. Se viene "la noche de los falafels rotos".
Me pregunto qué pasará cuándo Bush deje la Casa Blanca? Qué harán las ONG, la COrte Suprema, los Congresistas, el nuevo Presidente o Presidenta, la ciudadanía, con la guerra de Irak, la ocupación en Afganistán y las Torres Gemelas?
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