sábado, 21 de julio de 2007

Nuestras guerras de 1814 y 2007

He visto y percibido suficientes señales. Algunas "menores" y otras más francas y abiertas. He visto y oído a una Nitu Pérez, personificación televisiva de lo más asqueroso de una clase media que se siente intocable y predestinada, decir a lengua partida que los militares venezolanos son corruptos y cobardes porque no dan un golpe de Estado (ah, pero no la toquen con un comentario en contra, porque eso es un ataque contra la libertad de expresión). He visto a un pobre gafo mentarle la madre a Juan Barreto en un estadio y después cagarse en los pantalones cuando el tipo fue a cobrárselo cara a cara. El bicho salió después en Globovisión informando que él es profesor y experto en (agárrense de sus asientos) resolución de conflictos. Imagínense si fuera un buscapeo cualquiera. He visto y oído a la derecha declarada y a la derecha endógena escandalizarse al unísono por el avance lento pero sostenido de la Misión Boves en todo el país. Privilegiados de toda Venezuela: uníos, parece ser la consigna del momento. Con tal de acusarnos de contrarrrrevolucionarios, ciertos bichitos de boina roja son capaces de aliarse al neoliberalismo y de defender discursos y conductas derechistas y fascistoides.
He visto y oído lo suficiente. Estamos en guerra y el enemigo está adentro y afuera. ¿Cuándo podremos jugar a desenmascarar a los de adentro sin que la otra derecha (la de afuera) haga una fiesta con el espectáculo de nuestra división?

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Lo mismo que en 1813-1814, la opinión pública en general está hoy convencionalmente de acuerdo en que tenemos una confrontación en Venezuela. En aquellos años terribles el mojón dominante era que había una lucha entre patriotas y realistas. Llegó entonces una anomalía histórica llamada José Tomás Boves y se meó olímpicamente en esa convención: qué patriotas una verga, qué realistas de mis tormentos. La pelea aquí es entre amos y esclavos, entre propietarios y expoliados, entre conservadores fieles al Rey o a “la patria” por un lado, y esclavos y sirvientes por el otro. El enemigo es ese sujeto blanco que da órdenes y te mira con desprecio por negro, indio, zambo, mulato o saltoatrás, así exhiba la bandera del rey o la de Miranda. A la comprensión de esta verdad siguió una etapa horrenda llamada despertar de la democracia: el pueblo oprimido activó su enorme poder, que sirve para destruir y algunas veces para construir, y el resultado fue una democracia primaria y brutal. Boves era un asesino, pero era el único líder de masas que estaba al tanto de una verdad, misma que Bolívar y los suyos (conservadores esenciales) no querían ver: la humanidad no cambia a partir de acuerdos y componendas entre poderosos, sino a partir de la activación del inmenso cataclismo llamado pueblo.
Bolívar, formado por aristócratas europeos y con una mentalidad aristocrática europea, jamás hubiese aprendido qué cosa es pueblo ni para qué sirve su poder. Tuvo que venir un asturiano, también europeo pero más conocedor de los resortes que mueven al hombre llano (al de Venezuela y al malandraje europeo representado en los contrabandistas, ladrones y piratas entre quienes se hizo adulto) a explicárselo en lecciones rápidas pagaderas en cómodas cuotas: Bolívar pasó a la historia como Libertador, y a Boves, su maestro, se le pagó con satanización y olvido. La memoria de Boves da miedo; la memoria de Bolívar es una gozadera.

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Conversación entre Bolívar y Petión en 1816:

--¿Así que si no libero a los esclavos jamás tendré un ejército decente?
--Eso no fue lo que te dije, marico.
--Pero…
--Deja de estar pensando en el Ejército. Sin libertad para los esclavos no tendrás jamás un país.
--Pero…
--Nada: yo te doy los reales y tú recompensas a mis hermanos. No con un grado militar sino con un país para vivir.

Dolorosa profecía: esto que padecemos no es un país, porque las mayorías viven en esclavitud y quieren seguir viviendo en ella. ¿Por qué sseguimos pensando que el trabajo dignifica? ¿Es digno seguir regalándole la fuerza de trabajo a un puñado de millonarios y potentados (chavistas y antichavistas) que siguen cagándose en Bolívar, en Petión y en todos nosotros?

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Casi 200 años después, otro mojón recorre las mentes venezolanas: los nuestros y los de ellos quieren seguir creyendo que la pelea es entre chavistas y antichavistas.
Llámase chavista a aquel que se pone una boina roja, vota por Chávez y sabe modular: “Uh-ah, Chávez no se va”. Llámase antichavista o escuálido a aquel que puja en sentido contrario y desprecia a los anteriores, vota contra Chávez (sea el candidato del momento “Elbú” Rosales, Pompeyo Márquez o un palo de escoba, que a la final son la misma vaina, con ligera ventaja para el palo de escoba). Hay explotadores chavistas y antichavistas, hay esclavos chavistas y antichavistas.
El antichavismo en pleno es un asco porque promueve la explotación de las mayorías en beneficio de unos pocos privilegiados y porque pretende acabar con un proyecto de país noble a pesar de sus contradicciones. La índole liberadora, por su parte, del chavismo queda empañada por la acción de unos “líderes” de derecha enquistados en sus altas cúpulas. Pero dentro del chavismo hay salvación; dentro del antichavismo no la hay.

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La actual es una guerra no tan sangrienta como otras anteriores pero de todas maneras muy agria y difícil, porque mientras del lado de allá todos tienen claro que, en efecto, la guerra ya comenzó y que es preciso despedazarnos, del lado nuestro todavía hay ingenuos o irresponsables que siguen creyendo en la tendedera de puentes, en la posibilidad de hacerlos entender o entrar en razón, en la necesidad de “encontrar espacios para el diálogo”. A Chávez le duele la boca de tanto decir que es preciso que una época muera para que la otra nazca, pero muchos chavistas creen que la cosa es retórica y que es posible hacer una Revolución “bonita” o por las buenas, negociando con el capitalismo, manteniendo vigente el ordenamiento jurídico anterior y estimulando los mismos “valores” que queremos dejar atrás.
Peor: hay sujetos que dicen ser de los nuestros y en realidad son del lado de allá, y muchos de los nuestros siguen adorándolos como si fuesen aliados o líderes. Nos decimos revolucionarios pero seguimos aplaudiendo al ministro que anuncia leyes santurronas para combatir la pacatería; nos decimos defensores de una administración pública más decente pero vemos con simpatía al gobernador que defiende, con un encono digno de mejores causas, su derecho a tener una Hummer.
Nada más peligroso que un ministro o funcionario quintacolumna: el bicho no sólo es un infiltrado sino que en tal carácter es capaz de “bajar líneas” destinadas a descuartizar lo que de genuinamente popular pueda tener este movimiento llamado “bolivariano”.
De modo que seguimos pensando en términos de “chavismo versus antichavismo”. No ha aparecido el Boves que estremezca ese “orden” artificial. Pero ya los quintacolumnas han sido detectados y poco a poco están siendo derrotados y desplazados.
Yo apuesto por este proyecto de país llamado "chavista" porque es más fácil y viable adecentarlo, profundizarlo, que entregarle el poder a la derecha para volver a quitárselo. Está de cajón, creo.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

A diario: "En Venezuela no está planteada una lucha de clases. Aquí todos somos hermanos. Somos una sola familia". Por eso debemos tolerar a los parientes abusadores. Hasta en la universidad te lo inculcan.

Y para ponerse a la moda posmo, muchos borregos titulados anteponen orgullosos el adjetivo "obsoleto", en femenino, cuando mientan la lucha de clases.

romrod dijo...

Cada vez que le doy al enlace para leer los comentarios me aparece una antipática ventanita con propagandas de mercadolibre, a lo mejor es el contador de visitas o algo así.

Bueno respecto al punto. Mi posición es bastante cercana a la tuya en el sentido de que este peo no es entre chavistas y antichavistas sino más bien entre gente que quiere progreso y gente que quiere o volver al pasado o defender el status quo, entendiendo como status quo el que ahora ha surgido entre la boliburguesía o la anterior adecopeyana de siempre.

Ahora tu dices que es más fácil con el chavismo ya que el antichavismo está perdido en el espacio. Es muy posible que tengas razón, aunque me gustaría sentir menos fanatismo, menos discriminación y menos adequismo en las filas del chavismo.

Por el lado del antichavismo hay mucho cabeza de chorlito, gente que analiza las vainas con ideas prestadas. En el chavismo, del otro lado del campo, hay también gente parecida que cree que la crítica y la disensión no se puede tolerar o que se quedaron en los esquemas stalinistas superados hace décadas en todos lados.

Pero está el tercer grupo, el grupo que critica al gobierno cuando la caga, y lo apoya cuando lo ve encaminado en la dirección correcta. El que defiende a ultranza la posibilidad de construir una sociedad justa echando abajo los paradigamas heredados y culpables de las distorsiones existentes.

Anónimo dijo...

Camarada, en este país, debes saberlo, nosotros somos los infiltrados. Es bueno saber que la Misión Boves tiene un gran avance. Saludos.

Zorabel dijo...

He descubierto leyendo tu artículo que pertenezco a la Misión Boves, asi que incluyanme formalmente en la misión.Todo el poder para el pueblo

steppenwolf dijo...

"Camarada, en este país, debes saberlo, nosotros somos los infiltrados." (si entendí por donde iba) eso es una verdad dura ah jrd? digo... yo me opongo por igual al chavismo (digamosle así por el momento)real que tu y los tuyos representan... y al chavismo fascista que representa Chávez...lo que no entiendo es porque vos crees en que Chavez representa la idea por la que dices luchar...un militar pequeño burgués, un militarista que usa relojes cartier? no me jodas...

Anónimo dijo...

Sabes cuando va a empezar la verdadera guerra cuando los que apoyamos a Hugo Chavéz y que dimos muchas cosas creyendo en este proyecto nos terminemos de dar cuenta absolutamente que hemos sido engañados!!! y de que manera.... Las mejores intenciones y los mejores proyectos se diluyen en la corrupción de la IX republica (es decir IV mas V) que es peor y más grosera que los de la cuarta. Cuando el más pendejo, el más pobre que defiende a Chavez a ultranza se de cuenta de que Chavez también es complice de todas las vagabunderías de los militares, de sus ministros y que ninguno NINGUNO en este país tiene bolas suficientes para denunciar estos hechos y el pobre e infeliz fiscal general igual que el contralor no se atreven a hacer nada!!! Estamos pues jodidos, re-jodidos porque yo humilde pajua creyente de la "revolución" me muero de la arrechera viendo a los tipos de la Humer o a cuanto guevon funionario publico con una tremenda camioneta!!! Esto es largo y tendido y la guerra viene (ojo no soy escualida ni derechista ni me paga la cia Estoy ARRECHA) y este pueblo que puso a Chavez alli lo va a quitar y alli no nos va a salvar nadie!!! Que vamos a hacer??? Cuentamelo!!
Yo me llamo Marta Amelia León Si???

JRD dijo...

RomRod. Mosca, si sigues pensando inteligentemente te van a fichar como chavista.

Bernardo y Zorabel, esas son las coordenadas correctas. Hay que estar juntos y alertas.

steppenwolf, me remito a tu última frase: "No me jodas". Tranquilo, los de tu clase y tu estructura mental nacieron ya jodidos. No tengo necesidad alguna de joderte más de lo que ya estás.

Marta Amelia. Tengo la sospecha de que tú crees que Gobierno y Revolución son la misma cosa, o que el Presidente y sus ministros están en la obligación de hacer una Revolución a tu medida. Te tengo una mala noticia (o a lo mejor es buena, tú decides): la Revolución no está ahí donde la estás buscando. Esa cosa tenemos que hacerla todos, y eso sólo es posible ahora, con Chávez en el poder. ¿Te molestan las Hummer? Tranquila, eso se puede corregir ,pero no será llorando en casa o frente a una computadora. Sal pa la calle, ahí hay gente descontenta como tú y como yo. Esos son los aliados. Olvídate de los ministros y demás funcionarios. La Revolución no está en sus manos sino en las nuestras.

YABRINA dijo...

lo que llamamos chavismo esta lleno de Marias Amelias arrechas pero de manos cruzadas es necesarios poner esa cantidad de manos a trabajar a luchar pora hacernos la revolución que necesitamos pero empezando desde adentro de nosotros mismo borrándonos el disco duro que nos fue sembrado por años y años allí esta el trabajo mas duro en esos simples detalles que nos hacen cuarto republicanos
duque pasas mucho tiempo sin escribir se que el trabajo es mucho pero hágase un tiempito para escribir

Lorenzo Albano F. dijo...

Aparte de una montaña (de calaveras) que fue lo que Boves construyo?

Genghis Khan conquisto un imperio y riquezas enormes para los mongoles sobre una montaña de calaveras. No le importaba la vida de nadie mas y lo demostraba.

Habia una intencion de construir "algo" en el totalitarismo fascista y/o comunista. Eran asesinos en serie, tratando de construir algo parecido al cielo para quien quedase aun vivo y en pie. Aunque terminaron construyendo el infierno.

Que fue, matar por diversion o por desahogo?

JRD dijo...

Yabrina, ya estamos en acción, gracias por ocuparte.

Albano. El capitalismo ha producido y sigue produciendo mayores montañas de calaveras que las que atribuyes a Boves, Gengis Khan, los comunismos y el fascismo, y todavía hay sujetos que glorifican al liberalismo y la "libre empresa".
No, a los empresarios y demás adoradores del capitalismo no les duelen ni les espantan las calaveras. Les duele y espanta lo que construyó Boves, y que siempre resulta más cómodo ningunear y desdeñar: la conciencia del enorme poder de los pueblos, su capacidad para echar a patadas a los poderosos y multimillonarios que se creen predestinados.

steppenwolf dijo...

a ver JRD olvidando el insulto discriminador en mi contra y en contra de los de mi clase (orgullosamente pequeño burgués por cierto... que fuimos nosotros los que hicimos la revolución francesa, la revolución industrial, escribimos, pintamos y compusimos lo mejor de la historia del arte...bastantes jodidos pueh)y disculpa la insistencia...¿por qué crees que Chavez representa los intereses de los excluidos, del lumpen y de ustedes sus defensores (porque vos de excluido solo tienes el afán)? digo a mi me parece que defiende los intereses de una nueva burocracia, de una casta militar omnímoda y de su propio poder... a los excluidos les da las migajas que quedan de su retórica al más puro estilo Stalin (por hablar de totalitarios de izquierda y no caer en eso de decir que Chavez es mussoliniano)

Esteban Casadey dijo...

Hola, siempre es interesante poder leer estos debates, sobre todo para mí que soy de Argentina y donde lo que está sucediendo en Venezuela sirve para darse cuenta de cuáles y cuántos son los obstáculos para construir una revolución verdadera.
En lo personal creo que ningún proceso político es limpio ni llano. Y esto es así porque las revoluciones (por ejemplo) no nacen de un repollo. Son hechas y desarrolladas por gente que brillan por sus virtudes pero también arrastran sus defectos.
Creo que vista desde afuera la Venezuela Bolivariana es un ejemplo de como un pueblo decidido avanza construyendo su propio destino.
Y en ese marco me parece que el carácter patriótico del proceso que están viviendo no puede ser desechado. Casi todas la revoluciones del mundo tuvieron y tienen un sesgo patriótico que une el pasado y el presente de los pueblos rebeldes.
Pero también es cierto que hay que ser cuidadoso porque detrás de ciertos discursos patrioteros se esconde el germen del estancamiento.
Un dirigente gremial de Argentina de los años 70, Agustín Tosco, decía: "Se nos ha dicho que todos somos argentinos. Y esto es así, formalmente. Porque mientras unos aman y defienden a esta patria, otros la usan y la entregan"

Anónimo dijo...

He oído por ahí un cuento...
Sobre un indio, uno de esos locos salvajes que andaban por estas tierras por allá en los jodidos tiempos de expansión del reino de Dios El malandro, cumanagoto por cierto, se convertiría en guerrero tras tumbarle a alguno de esos mercenarios de la Corona el caballo con el que atormentaba y tenía azotados a los nativos de la zona. Se dedicaría posteriormente, armado de par de lanzas, en embestir y hacerle la vida imposible a los cascos broncíneos y latonados de los mal paridos que vinieron a asolar estas latitudes. Hay de aquel cristiano armado o no que saliera poco acompañado del campamento conquistador. No había paz para esos santos hijos de Isabelica y del sinvergüenza de Fernando. No se pelaba ni a curas ni a filántropos. Pero claro, la tecnología de los bárbaros ganó otra vez (¿o quien sabe a ciencia cierta lo que pasó?), dicen que desmontó del caballo a mear en un claro del monte, y el bicho se perdió en la selva, así, nada más desapareció entre los cerros y ríos, en la inmensidad del cosmos salvaje de la resistencia...
No me extraña que le haya jalao la cobija una de esas noches a Josetomás. Al incrédulo asturiano-guariqueño, al expirata, al exconvicto.
Seguro lo envenenó con la maldita poción que pringaba en la lanza y en los dientes de su caballo. El loco Josetomás debió salir a pasar el susto a la frescura de la noche, a lavarse la pesadilla en el rocío de la madrugada...

Te jodiste Josetomás, entre patrias y coronas, amos y esclavos, la ponzoña reclamaba tu obediencia. La libertad consumía tu hígado y tus sesos... como a tantos otros que cayeron bajo el sortilegio.
Para todos todo.
El machete iguala a todos, por la cresta o las pantorrillas. Mientras desordenabas el orden del divino usurpador se fraguaba el acero que extirparía la rabia y la estupidez humana.

No temas camarada si te toca el del caballo con sus lanzas, sudarás un poco, pasadas las primeras fiebres seguirá cierto malestar mezclado con el susto de verlo todo iluminado por el sol. Acabarás mirando al centro del ojo del hipócrita, del falso, del manipulador, reviviendo las masacres en babosas alucinaciones, las traiciones en espasmos de asco. Empezarás a tener recelo contra las dirigencias impuestas, te sentirás triste por el liderazgo de los nuevos agentes del orden, y llegará el momento en que te sentirás a salvo entre tus iguales, entre l@s espantad@s como tú.

No creo. Infiltrados no. Parias de l@s mejores es en lo que quieren convertirnos, o quizá lo somos de corazón... Que vivan los y las parias, que somos los que producimos y soñamos, y al final los que empujamos hacia la emancipación humana. Para nosotros nada, para todos, todo.

JRD dijo...

steppenwolf. Creo que Chávez nos representa por lo que el amigo Tux resumió en el segundo párrafo de su comentario. Y también porque les molesta a los de tu clase: si Chávez defendiera burgueses, adecos y corruptos los tuyos estarían felices, como lo estuvieron durante todos estos cinco siglos, hasta que llegó uno de los nuestros. Estoy seguro además de que la pequeña burguesía y la seudoburguesía están jodidas precisamente por lo que dices: porque se sienten superiores, porque se consideran autores de lo mejor del arte, porque quieren estafarnos con la idea de que ya la humanidad no tiene para dónde evolucionar después de las revoluciones burguesas de Europa. Ningún grupo humano que ande por el mundo con esa prepotencia, esa actitud de desprecio hacia el resto de la humanidad, merece retener para sí ningún espacio de poder. Toda esa mierda está destinada a desaparecer del planeta.

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Gracias por la visita y el comentario, Tux. Bienvenido acá con tus reflexiones argentinas que también son venezolanas.

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Anónimo de las 10:17 pm: tú no oíste ese cuento, lo estás construyendo.

Salú por los espantados nuestros, y los de ellos.

Anónimo dijo...

LA Mision Boves me suena tremendamente anarquista (en el mas hermoso y libertario sentido de la palabra). Es cierto o estoy mas pela' que rodilla e' chivo?
saludos,
Zax

JRD dijo...

Z@x. Libertaria sí; anarquista, no creemos.

Anónimo dijo...

¿Digamos que ácrata, entonces?

Ivan Sotomayor dijo...

Qué más, Duque. Esta es otra de mis esporádicas incursiones en la red. Muy bueno su escrito: muchos camaradas (no digo "compatriotas" porque compatriota es cualquier pedazo de v...) creen que nuestra guerra es como La Guerra de las Galaxias, donde los "malos" son terriblemente malos y a los "buenos" les falta solo el par de alas para ser angelitos de Dios (todo es blanco/negro, sin la amplísima escala de grises que en realidad es la vida que enfrentamos).

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Se es anarquista cuando nuestra actitud va en contra de la ley. Lo que más me encabrona es cuando haciendo lo que consideramos moral y humanamente correcto y justo, violamos alguna ley. Habrá que ser anarquista hasta que las leyes se adecúen (o las adecuemos) a nuestras necesidades y realidades; para no seguir siendo santurrones imbéciles que respetan sacrosantamente leyes que nos chupan la sangre y que formar parte del estado burgués, derechista y cuatorrepublicano que, por nuestro bien y el de las próximas generacionesd, debemos destruir, jalabolas incluidos.

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VIVA LA MISIÓN BOVES!!!

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Excelentes reflexiones camarada, comparto cada línea.
Adelante JRD!!!...

Viva la misión Boves, sea acrata o no (A mí me lo parece y mucho)

Viva la revolución bolivariana y que viva la ANARQUIA: Máxima expresión del orden, la igualdad y la libertad,

No nos quedemos con la mitad del socialismo, estudiemos también para nuestra construcción colectiva de una sociedad nueva, los aportes del socialismo libertario.

“¡La anarquía!, esa es la Libertad , cuando para huir de la tiranía desata el cinto y desnuda la cabellera ondosa. ¡La anarquía!, Cuando los dioses de los débiles, la desconfianza y el pavor la maldicen, yo caigo de rodillas a su presencia. Señores: Que la anarquía con la antorcha de las furias en la mano, nos guíe al Congreso para que su humo embriague a los facciosos del orden, y la sigan por calles y plazas, gritando ¡Libertad!” Coto Paul, de la sociedad patriótica. En el congreso de Caracas.1811.

“Hace falta curarnos del respeto a la ley. La ley no es respetable. Es el obstáculo a todo progreso real. Es una noción que es preciso abolir.
Las leyes y las constituciones que por la violencia gobiernan a los pueblos son falsas. No son hijas del estudio y del común asenso de los hombres. Son hijas de una minoría bárbara, que se apoderó de la fuerza bruta para satisfacer su codicia y su crueldad.
Tal vez los fenómenos sociales obedezcan a leyes profundas. Nuestra sociología está aún en la infancia, y no las conoce. Es indudable que nos conviene investigarlas, y que si logramos esclarecerlas nos serán inmensamente útiles. Pero aunque las poseyéramos, jamás las erigiríamos en Código ni en sistema de gobierno. ¿Para qué? Si en efecto son leyes naturales, se cumplirán por sí solas, queramos o no. Los astrónomos no ordenan a los astros. Nuestro único papel será el de testigos.
Es evidente que las leyes escritas no se parecen, ni por el forro, a las leyes naturales. ¡Valiente majestad la de esos pergaminos viejos que cualquier revolución quema en la plaza pública aventando las cenizas para siempre! Una ley que necesita del gendarme usurpa el nombre de ley. No es tal ley: es una mentira odiosa.
¡Y qué gendarmes! Para comprender hasta qué punto son nuestras leyes contrarias a la índole de las cosas, al genio de la humanidad, es suficiente contemplar los armamentos colosales, mayores y mayores cada día, la mole de fuerza bruta que los gobiernos amontonan para poder existir, para poder aguantar algunos minutos más el empuje invisible de las almas.
Las nueve décimas partes de la población terrestre, gracias a las leyes escritas, están degeneradas por la miseria. No hay que echar mano de mucha sociología, cuando se piensa en las maravillosas aptitudes asimiladoras y creadoras de los niños de las razas más inferiores, para apreciar la monstruosa locura de ese derroche de energía humana. ¡La ley patea los vientres de las madres!
Estamos dentro de la ley como el pie chino dentro del borceguí, corno el baobab dentro del tiesto japonés. ¡Somos enanos voluntarios!
¡Y se teme el caos si nos desembarazamos del borceguí, si rompemos el tiesto y nos plantamos en plena tierra, con la inmensidad por delante! ¿Qué importan las formas futuras? La realidad las revelará. Estemos ciertos de que serán bellas y nobles, como las del árbol libre.
Que nuestro ideal sea el más alto. No seamos prácticos. No intentemos mejorar la ley, sustituir un borceguí por otro. Cuanto más inaccesible aparezca el ideal, tanto mejor. Las estrellas guían al navegante. Apuntemos enseguida al lejano término. Así señalaremos el camino más corto. Y antes venceremos.
¿Qué hacer? Educarnos y educar. Todo se resume en el libre examen. ¡Que nuestros niños examinen la ley y la desprecien!”

Fragmento de “Mi Anarquismo” de Rafael Barret
Publicado en La Rebelión, Asunción, el 15 de marzo de 1909.

Salud, alegría y anarquía
Luis.
Teseracto Bolivariano Anarquista Salom Mesa.