domingo, 5 de agosto de 2007

Se van los Cayapos (pero se quedan porque están en toos laos)

Otra vez los Cayapos. Se van para Suruguapo; parece que una institución valiente va a financiarles el arranque. Hoy inauguro una etiqueta exclusivamente para ellos. Se llama como ellos: Cayapos (no confundir con la nación o etnia Cayapó, del Brasil; aunque, como se verá más adelante, también estos provienen de aquellos). Pueden verla al lado derecho, en la parrilla esa con los temas de este blog y tal.

Ramón Mendoza, opinando (Cayapo que se respeta opina sobre todo o casi todo) sobre el alzamiento popular
del 12 y 13 de abril de 2002 en Venezuela.


Poco a poco he ido sabiendo cosas sobre esos bichos. Por ejemplo, que fue Augusto, el Cayapo Mayor, quien los inició en el arte de cazar Cayapos, expresión jodida en sí misma y en su plural ya que El Cayapo es uno solo: macho y hembra, que cuando está al morir se zampa a sí mismo su única uña y se autorreproduce y se autoclona.
Que es papá y mamá de toda la raza humana y todo bicho existente sobre la tierra, incluyendo a los gringos y a los adecos, qué le vamos a hacer.
Que es el único ser viviente, aparte de los trípodes esos que usan los fotógrafos y camarógrafos, que tiene tres patas, desperfecto o virtud que le sobrevino en sus años mozos, cuando los continentes eran un solo bloque de tierra y el muy pendejo no se percató del momento en que ocurrió el cataclismo planetario que originó los actuales trozos de tierra separados, o más o menos. Nada, el bicho tenía tres patas en América y una en África, continente éste en el cual quedó su cuarta pata, quedándose el resto del cuerpo adolorido y tripatiao por estas latitudes.
Que El Cayapo no se deja ver así tan fácil. Para cazarlo, es preciso vestirse adecuadamente: paltó y corbata, shores más arriba de la rodilla, medias de sádico y alpargatas. Parece que el cayapérico ser, al ver al cazador vestido así, se llena de una sucia esperanza: "Verga, hay otro bicho más raro que yo", y sale a su encuentro como un gafo. Quien encuentre al Cayapo luego de ejecutar estas artes y desee matarlo, sírvase decirle tan sólo: "Cayapo: tú no eres hijo de tu mamá", tras lo cual el ente o animal se morirá de la arrechera, no sin antes autoclavarse la uña reproductora que ha de perpetuarlo a pesar de su fenecimiento.
Que esta uña tiene poderes afrodisíacos. Pero cuidado: el hombre debe coger la uña y rasparla en una sola dirección, de adentro para afuera, como sacándole filo. Si por error, descuido, curiosidad o negligencia un macho raspa en sentido contrario la uña, el efecto del polvo cayapérico será contrario y el usuario será deseado por todos los de su sexo. O sea, que todo hombre que lo vea querrá cogérselo. Aplica igual pero con las señas al revés para las hembras.

***

Yo no he verificado jamás si toda esa leyenda es verdadera, pero sí tengo algunas certezas. Hasta ahora yo había creído que esos bichos sólo eran ubicables en sectores marginales de San Diego, La Vega y El Socorro, pero no mi pai: he conocido y oído de algunos que pergeñan, pernoctan y vagan por toda Venezuela, incluyendo al esquivo estado Falcón, mismo al cual sólo he ido una vez en mi vida y fue para conocer a varios dellos y a que me estafara un coñoemadre comerciante de la Zona Franca. El consumismo se paga. Ah, y ahora se van pa Suruguapo. Unos pocos, pero allá van a sembrar la uña.
Y la más importante de las convicciones: que cuando uno va y se echa un baño de chistes y sudor y aguardiente y dramones y embustes y clases magistrales de Cayapos, terapia de la cual vengo regresando hace horas, con estos viejos de mierda que a los 50 años y más todavía siguen siendo unos muchachos, uno sale de ahí seguro de que otra humanidad sí es posible. Uno de ellos, el Nacho Tapia, melómano genuino, me regaló en este viaje unas piezotas de vallenato, pero no esa variante de mierda que la radio quiso imponerle a las masas (y vaya que lo logró, ah), sino de aquel auténtico vallenato que le cantaba a la tierra, a las querencias del pueblo pobre y hasta a la muerte hecha sonrisa. Y no quise ser tan egoísta o pajúo como para no compartir con ustedes aunque sea estas dos, clásicos monumentales de Alejo Durán (Cero Treinta y Nueve) y Juancho "Polo" Valencia (Las Cuatro Velas):







Después de esas sobredosis de caña, música de la Colombia profunda y buen humor uno regresa a la ciudad con una carcajada en el pecho y unas ganas de creer, chico, que esta mierda de planeta como que tiene salvación. A largo plazo, pero bueh. La esperanza no es como el metro, que cada dos minutos llega uno: la bicha suena, pero no se sabe si está lejos o por llegar.

8 comentarios:

Yosmary Delgado dijo...

Que buen fin de semana y que vallenato tan bueno! Que envidia (sana) pana.

Cómo van los foros? yo he estado full en entre el trabajo y, los sábados y entre semana en la conformación de los batallones. Fijate que tengo el trabajo blogosfera un poco abandonado, espero esta semana ponerme a tono de nuevo.

Un abrazo!!!

Anónimo dijo...

Duque al fin estamos absolutamente de acuerdo. definitivamente El Cayapo es unico,inigualable especial.... y eso que no has estado en el doblaje... Confieso que tengo mucho tiempo que no estoy con mis panas tomando un cocuy de penca de esos que traen de Falcón...pero la verdad es que si alguien tiene oportunidad de conseguirlo, es un placer, un lujo tenerlo, desdoblarlo y nunca más poder ponerlo como estaba... Alguna vez en esta vida fui correctora de los textos armadora de ellos y colaboradora incondicional, Gracias por traerlos a mi memoria ( Todo esto junto con mi esposo queridisimo, que ya hoy no me acompaña) pero que tambien se lo vacilaba y lo repartimos hasta que nos supo a bueno. Un abrazo es Marta Amelia "La otra"

Anónimo dijo...

Marta se te saluda con el corazón nos enteramos de lo de Duglas, siempre estará con nosotros.el corazón no tiene fin.
pronto saldrá número 36, estas invitada a encuentro con cucuy y todo, todos los cayapos nos encontraremos, en la desaparición de este mundo histórico.

Aclaratoria:
La leyenda del Roberto es apócrifa, hasta los momentos se dice que estos seres existen pero nadie sabe donde, algunos confunden con los del Brasil, pero el imperio les entró a torta porque los confundió con la leyenda del Duque, recomendaría, (ya que he buscado permanentemente a estos personajes o seres del mundo mítico, creado por el Augusto) consultar las cartas que muchos catalogan de apócrifas, recibidas por Carmen Sánchez, investigadora que logró demostrar que la harina de ñame, era el alimento mas libiano para ser transportado a lugares remotos del universo por los astronautas de la nasa, ella recibió del profesor ecuatoriano que luego murió en circunstancias muy extrañas, unas cartas y un compendio de las investigaciones por el realizadas, sobre el origen del mítico animal, y que según sus teorías subversivas, nuestro origen no es de dios ni del mono, por cuanto el estudió todas las teorias del origen, incluidas la sancudiana, la cerdiana y otras como las descabellada conocida del tiranosaurio rex, de donde se originan los dueños del imperio, pero que este investigador demostró ser falsa, este hombre se gun se dice fue perseguido por todo el continente, se sabe que su última acción fue entregarle clandestinamente a la doctora Carmen sus descubrimiento, que acabarían con toda la falasia del mundo hasta ahora conocida, y que justifica la explotación de la gente en nombre de la alienación el mito y la leyenda. De acuerdo con él todos somos hijos desgraciados del cayapo, reconocido por el mismo, según el profesor.
Si alguien logra encontrar estas cartas y compendios se meterá en soberano peo, porque hasta los momentos la doctora ha negado toda vinculación con las cartas y la apócrifa leyenda transmitida por el Duque.
no crean, no se dejen joder, averiguen en estas cartas y compendios que son las únicas claves de este misterio, beban de las fuentes originales. Hay en las montañas y el desierto, un sitio que es también único, especial, donde se práctica una especie de ritual auténtico, donde no se adora a nadie, donde nadie cree nada, donde todo se analiza loca y cuerdamente hasta llegar a niveles de estupidez máxima.
Nadie rebele el sitio, sólo debe ir, pero eso si desnudo, de ropa y de ideología.
El cayapo,dicen, se rebela en grados máximos de pea y abrazos, generando niveles de alucinación tales, que pasan por ser creibles por quienes imaginan, posiblemente al señor Duque le paso eso. Lo que jámas existió.

JRD dijo...

Salud a Yosmary, a Marta Amelia, a la memoria de un Douglas que no conocí pero que ya intuyo de los buenos, y al cayapo o cayapólogo que se metió al final.
A este último le aclaro: ya oí del tratado universal sobre la volatilidad del ñame, y me quedo con el embuste ese que escribí después del Sandiegazo, porque de qué sirve la verdad si el cayapo es arrecho así mentiroso e inexplicable?

JRD dijo...

Epa y nada de eso de ir esnú pa un sitio lleno de cayapos, la pinga, esos coños son feos con ropa, imagínatelos en cuero, zape!

Anónimo dijo...

Avisen cuando es la vaina que quiero ir....Mi hija Amanda también.... Un abrazo mis panas queridos
Marta Amelia

Eder dijo...

No sé estoy fuera de tiempo, pero soy hijo de colombianos y, aunque no aficionado, conocedor por excelencia del vallenato viejo. El intérprete de "Las 4 velas" es Enrique Díaz, tio de Wilmer Peña Díaz, mu hermano mayor. Nativo de Marialabaja, Dpto Bolívar, Colombia, obviamente.
Un abrazo y vamos pa lante

JRD dijo...

Eder. Enrique Díaz canta una versión de Las Cuatro Velas, es cierto. Pero esta que incluyo aquó la canta Juancho "Polo". Si no identifica esa voz no es tan "conocedor por excelencia del vallenato viejo" como dice.

Saludos.