domingo, 2 de marzo de 2008

No lo conocí pero lo vi en acción. Homenaje instantáneo a Julián Conrado

Julián Conrado. Foto: Pedro Ruiz. San Vicente del Caguán, agosto 2000.
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El año 2000, luego de algunos contactos y peripecias más o menos inocuas, y otras más o menos impublicables, fui a parar con el fotógrafo Pedro Ruiz a San Vicente del Caguán, en el sur de Colombia (la foto acá a la izquierda la hizo Pedro en esa ocasión). Nada grave: ese pueblo es capital del municipio escogido por las FARC y el Gobierno de Pastrana para unas negociaciones de paz. Lo llamaron Zona de Distensión o Zona de Despeje. Llegar allá era un asunto fácil, incluso legal. Pedro y yo intentamos complicarlo un poco, pues decidimos no salir por avión, como habíamos llegado, sino por tierra. Pero esa historia la dejaré para después. Como dejaré para después las implicaciones de esta acción, que ya el Gobierno de Colombia ha bautizado como heroica, necesaria, etcétera. Igualmente toda la gente que odia a Chávez. El día que Chávez diga que Shakira baila rico los antichavistas dirán que esa mujer no sabe bailar. Esperaremos más reacciones e información para proceder a meter la cuchara en la sopa.
En las afueras de aquel pueblo selvático, donde las putas paseaban de día en el tren-gusano del carrusel infantil por todas las calles, y de noche eran sorteadas junto con una botella de aguardiente en el botiquín El Mexicano (nosotros compramos cuatro tiquets: 2.500 pesos cada uno), nos presentaron a varios miembros del Estado Mayor de las FARC-EP. Entre ellos estaba el trovador Julián Conrado, quien murió ayer en la misma acción del ejército colombiano donde cayó Raúl Reyes.
¿Qué tanto sé yo de este sujeto taciturno y por qué me da la gana de homenajearlo? No sé mayor cosa sobre su persona, pero le rindo tributo porque además de combatiente era un músico de valía, un compositor y arreglista excepcional. Un tipo que pudo haber tenido eso que en las sociedades capitalistas llaman "éxito" (dinero, televisión, propiedades, esclavos), pero en lugar de ello se fue a la selva a dar las batallas de su verdad. Guitarra en una mano y fusil en la otra. Entre las balas, y no entre el oropel de los vallenateros entregados a la industria musical, compuso unos vallenatos inmensos que ya colgaré en este blog. Conservo un disco de canciones farianas, en el cual destacan las suyas, las de Lucas Iguarán y Cristian Pérez.
Mientras consigo el disco y me aplico a subirlos, copio y pego aquí abajo un material en el que se le puede ver y oír:

Acá, un video de Julián,
interpretando Arando la Paz
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Aquí, las canciones farianas. Especial atención a Canto a los Pobres
y El Mosaico de Julián:



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En Blogalaxia:





4 comentarios:

FR dijo...

Duque:... muy emotivo.
...
...
Que todo salga bien!
Saludos desde el sur,

Anónimo dijo...

Mira, hace algunos años, tuve la oportunidad de conocer en una reunión por propia voz del para mi comandante javier calderón de las farc, la historia, el surgimiento de esas fuerzas.
Todxs lxs que allí luchan merecen nuestro respeto. Están muriendo por nosotros y no me importa si es o no la vía como plantean falazmente algunos cumpas.
Ayer, después de seguir la cumbre -para mi gusto bastante leve con Uribe-, la legalidad con la que puede, según la presidenta argentina, matar a nuestros compañeros el gobierno colombiano, es otra de las herramientas burguesas que nos separan del verdadero camino liberador y revolucionario.
Las Farc - EP son guerrilla en defensa del pueblo. Y el gobierno uribista sigue siendo tan genocida y mentiroso que de plano debemos sospechar de sus abrazos finales.
Mis condolencias por Julián.
Abrazo perro.

Unknown dijo...

Y lo seguirás viendo y oyendo hermano, porque tengo entendido que está vivito y coleando.

Saludos...Moliere.

FR dijo...

Che, Duque: ¿el cantante vive? ¿no fue confundido con el ecuatoriano?
Saludos,