jueves, 19 de junio de 2008

Críticos y autocríticos

Por supuesto que son de temer las equivocaciones, la posibilidad de equivocarse, el trance incómodo de tener que reconocer esas equivocaciones cuando estamos permanentemente expuestos al microscopio de un enemigo implacable, insolente, apoyado por los poderes más nocivos de la tierra, los del capital. Pero aquí entre nos (que somos muchos, que somos mayoría y por lo tanto es imposible que nos guardemos secretos), hay que esquivar esos temores y lanzarse por la calle del medio a corregir entuertos. A limpiar de malas hierbas el camino. A quitarle las piedras, los obstáculos. Y no hay manera de comenzar ese proceso de rectificación y limpieza si no damos el primer paso, consistente en admitir que nos equivocamos.

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Necesarísimo paréntesis para hacer una precisión sobre eso de ser crítico y a un mismo tiempo autocrítico.

Cuando Hugo Chávez Frías se montó a hacer su campaña electoral, por allá por 1997, el hombre nos propuso a los venezolanos hacer una revolución. Quienes entendieron ese llamado como una oferta electoral se autocondenaron a no comprender jamás de qué se trataba este período histórico llamado Gobierno Bolivariano, a traicionarlo, a desencantarse al poco tiempo. Es decir, Chávez no engañó a nadie diciéndole: “Epa, vota por mí y yo te hago una Revolución”. Eso hubiera sido una oferta electoral. Lo que el tipo dijo, y sigue repitiendo a estas alturas, es: “Vamos a echarle bolas todos, vamos a hacer una Revolución”. Una Revolución es una construcción colectiva y multigeneracional, no un proyecto que realiza un hombre ni un equipo ministerial ni una generación. Me cago diez veces en quienes creen que las revoluciones las hace un gerente o un comandante. Un hombre solo no puede hacer una Revolución. Un partido político o un equipo de personas tampoco puede hacer una Revolución. Todos los venezolanos vivos a esta fecha tampoco podemos hacer una Revolución: necesitaremos todavía formar a la generación que viene, prepararnos para preparar a los venezolanos muy jóvenes, niños, recién nacidos y aun los que no han nacido. Una Revolución es una tarea fabulosa, monumental. Su razón de ser no es una acción de gobierno sino la construcción de otro ser humano, de otra humanidad.

Un pana me interpelaba hace poco con un reproche: decía que el Gobierno ha fracasado en hacer una Revolución porque las calles estaban sucias y llenas de huecos. Le respondí que eso indicaba también el fracaso nuestro, ya que el carácter colectivo del proceso nos hace corresponsables de los éxitos y de los desaciertos. Me replicaba el pana en estos términos: “Pero un Gobierno tiene que hacer una buena gerencia para poder enamorar a todos los ciudadanos. Hay que seducir a la gente. Imagínate que quieres cogerte una carajita. Como lo que quieres es cogértela, la cosa es muy simple: acércatele y le dices “Mira, te quiero coger. Dame la cuca”. Por más arrecho que tú seas, por más bello que seas, por más real que tengas, lo único que obtendrás será que la carajita te pegue un coñazo. Es eso lo que me estás proponiendo. Como lo que quieres es cogerte la chama, lo que hay que hacer es ahorrarse el cortejo y pedirle directamente que se entregue a los placeres de la carne contigo. Quieres revolución, no buen gobierno”.

Le respondí:

“Revolución no es Gobierno. Imagínate que quieres cogerte a una carajita. La cosa es muy simple: como no te atreves a cortejarla ni a pedirle cuca entonces le echas la culpa a Chávez porque la carajita no te para bolas. Chávez, coñoetumadre, ¿por qué no me enamoras a la muchacha y me la sirves bañadita y perfumadita en la cama? Creo que estamos en Democracia Participativa y Protagónica y quiero profundizarla, pero Bernal es el culpable de ese coñasal de basura que tiene días en la esquina. Tú sabes, esa misma esquina donde yo la coloqué y de donde no la voy a quitar, porque Chávez tiene que enamorar a las carajitas por mí, recogerme la basura, meter presos a los motorizados para que no incomoden a la gente de bien, hacer que yo no sienta malos olores ni me tropiece con mendigos en la Plaza Bolívar”.

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Seguimos en onda autocrítica, asumiendo que somos pueblo y por lo tanto copartícipes de una acción de Gobierno y de un proyecto de país.

Aunque siempre nos gustó aquella expresión de Hugo Chávez, según la cual la voz del pueblo es la voz de Dios, hace rato sabemos llegada la hora de ponernos serios y encarar nuestra historia con más gallardía: la voz de Dios estuvo votando por AD y COPEI durante casi medio siglo. Así que el pueblo sí se puede equivocar. Nosotros, como expresión del pueblo, debemos decírnoslo en voz alta y sin complejos: hemos pelado bolas en ocasiones cruciales para nuestro avance. En concreto, nosotros no creemos sano ni sabio que el pueblo chavista de Lara haya votado por un señor de derecha para hacerlo su candidato. Porque ese señor va a traicionar a Chávez y al pueblo nuevamente, como ya lo hizo en abril de 2002. Y también porque si la lógica del PSUV es cuadrarse con el ganador, por muy asqueroso que éste sea, entonces habrá que preguntarse a quién va a apoyar en Chacao, donde es seguro, más seguro que en Lara, que va a ganar un derechista puro y duro, un protonazi vergüenza del país y de la humanidad.

De momento, este solo ejemplo. Luego vamos por más. Porque los casos abundan y hay que seguir señalando los errores. A ver si pueden corregirse de alguna manera.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

De acuerdo con la crítica y la autocrítica. Está claro. Seguro hay algo de ignorancia e ingenuidad, sobre todo, creo, desconfianza popular...
Sin embargo me parece que atribuirle al "pueblo" la carga de un error fatal es poner la autocrítica en un nivel de abstracción inmanejable. Hermano, el pueblo de Lara no se equivocó votando. A no ser que te refieras a que el pueblo de Lara son los inscritos en la cosa esa llamada psuv, y que además te refieras a los que MILITANTEMENTE votaron ese día. Si sacamos cuentas el pueblo de Lara no decidió nada. Hay otros que sí, evidentemente están decidiendo, no por el pueblo de Lara, sino por una línea vertical, autoritaria, "pragmática", tacticista, y todas esas porquerías. Línea alejada de cualquier espectativa, no digo revolucionaria, simplemente dignificadora del porvenir humano.
Allí están, los vemos muy seguido, los más "revolucionarios", osea las vanguardias y los "cuadros" en una orgía cada vez más promiscua con la derecha, la roja y la blanca, arrastrándose todos en un, como lo digo, un experimento fracasado históricamente, en una diplomacia babosa, en un vente tu que aquí cabemos todos,... Coño, eso deja secuelas horripilantes en en el corazón del pueblo. Quizas no muchos tengan la habilidad de desmenuzar políticamente esas actitudes, pero pana, cuando el hombre y la mujer del pueblo son espectadores de ese festín (además de la aplicación de medidas cotidianas dignas del mejor fascismo made in USA o in Europe), no queda otra que la desmobilización y un "paso de eso".
El trabajo por la revolución no puede ser electoral, ni mandado desde arriba o de ningún lado, los resultados están a la vista, y creo que va a peor mientras no tomemos (nosotros, todos, el pueblo) el control de lo cotidiano, insistiendo en darle todos los carajazos que podamos a la burocracia, y al amor de Dios, y al amor del jefe. Ese trabajo hay que empezar a hacerlo, continuarlo donde ya se empezó, y porsupuesto darle duro a la crítica y a la autocrítica, estando superclaros, o intentarlo, respecto a quiénes y cómo están tratando de desmobilizar, de desolidarizar, de destruir lo que se ha construido en la mera base. Para destruir a la derecha primero tenemos un trabajo jodido acabando con esa izquierda fascista de mierda enquistada en la jalabolería del psuv y afines. Y estos últimos son los que van a joder (consciente o inconscientemente -y de ninguna manera tienen perdón) al pueblo de Lara, y al de Venezuela si seguimos en este maldito limbo.

petoro

Reinaldo Iturriza López dijo...

Petoro, cámara:
Éste creo que es uno de nuestros equívocos:
"nosotros, todos, el pueblo"
¿Nosotros somos el pueblo?
¿Lo que sucedió en Lara no será más bien una expresión del abismo que nos separa del "pueblo"?

Abrazo fraterno.

Anónimo dijo...

Vale y no vale. Reinaldo.
Yo lo veo así:
Digo nosotros, por ejemplo quienes nos tiramos unas ideas en estos medios y en otros, los que nos reunimos entre panas a veces y entre desconocidos otras, y cuando juntamos esfuerzos para para tomar desiciones tanto para una acción política, cultural, laboral, comunitaria, en la ciudad o en el campo... En fin, Todos porque no escluyo a nadie como indivíduo que forma parte de un colectivo, sea pequeño o grande, que a su vez sea parte de eso que llamamos "identidad cultural", que además padecemos fundamentalmente o más bien somos objeto de la exclusión, de la enajenación del trabajo, etc, etc.
Si nosotros no somos parte de eso que llamamos pueblo, ¿qué carajo somos? Claro que hay un avismo entre quienes votaron en Lara con el resto de su población. Fue "pueblo" el que votó, sí. pero me temo que el avismo que separa a unos de otros tiene culpables muy visibles: Autoridad, Orden, Línea política, planificación vertical, PARTIDO POLÍTICO... El PARTIDO no es una organización natural del pueblo, es una forma de organización para la concentración de poderes para gobernar. Sí son gente del pueblo quienes votaron, pero el resultado de esa y otras elecciones son expresión de disyuntivas falsas, creadas con el signo de la manipulación política y muy lejos de ser mecanismos de verdadera participación del pueblo. Creo que debemos sacarnos de la cabeza que nos separa un avismo del pueblo, vamos a dejarle eso a los burócratas y a las elites que se creen más allá del bien y del mal, seguirán jodiendo, bueno que jodan cuanto quieran y nosotros, todos, el pueblo, trabajemos por nuestra organización natural, comunitaria, tratando de demostrar que lo socialista, lo anarquista y lo democrático está de este lado, abajo, entre todos.

salud hermano

petoro

JRD dijo...

Petoro. Lo que preguntabas o planteabas en el primer comentario te lo respondiste tú mismo en el segundo: atribuirle al "pueblo" la carga de un error fatal es poner la autocrítica en un nivel de abstracción inmanejable, dijiste primero. Y luego: cuando el hombre y la mujer del pueblo son espectadores de ese festín (además de la aplicación de medidas cotidianas dignas del mejor fascismo made in USA o in Europe), no queda otra que la desmobilización y un "paso de eso".
Como ves, hay muchas formas de ser responsable (culpable, lo llamaste tú) de algunos desperfectos.
Por lo demás, puse el ejemplo de Lara sólo como eso: como ejemplo. Pude también haber mencionado al otro Lara (Willian), a la coñamentazón que nos echaban en el 2000 a quienes decíamos cosas amargas sobre Peña, Miquilena, Pablo Medina , Angela Zago y otros próceres del chavismo.
Y sí, los militantes del PSUV-Lara son expresión del pueblo al que pertenecemos, así como el pueblo venezolano es expresión del pueblo latinoamericano, y éste de la humanidad. El pueblo de Lara se equivocó porque se equivocaron los militantes del PSUV; el pueblo venezolano fue adeco-copeyano por medio siglo y eso es un error de la raza humana.

La cúpula del PSUV incluyó a un traidor en el proceso electoral y las bases de lo compraron.

Dicho en términos más filosóficos: la cúpula psuvista puso una cagada y el pueblo psuvista zapateó un joropo encima de semejante plastón. Resultado: un desastre de mierda. Todos somos responsables de eso.

Anónimo dijo...

No creo que el pueblo se equivocó.
284.726 fueron los votos a favor del sí a la reforma constitucional, evidentemente votos duros del chavismo, 298.658 fueron para el no. Falcón sumó 142.311 el domingo de la gran fiesta, eso es obiamente lo más duro del chavismo-psuvismo hoy. 1.836.185 es el último censo de los habitantes de Lara, casi 600.000 con capacidad de voto.
Quienes votaron por Falcón no se sienten equivocados, seguro W. Lara se siente feliz. Si quieres verlo como una equivocación, quizá esperabas otra cosa diferente. Pero cómo con esa propuesta de partido electoral podría resultar en algo diferente? Insisto, cómo el 10% de la población total o el 24% de la votante es representante del resto? Y eso sólo en Lara. Y por supuesto que fue una parte, no tan maravillosa, de este sí maravilloso pueblo.

Cuántas veces se discutió si se apoyaba a no la formación de ese partido, desde cuándo, cuántas divisiones se provocaron. Ahí está el resultado, ninguna equivocación. La mansedumbre tiene esas consecuencias. Eso es maldad pura, eso es una coñodemadrada preparada para desmobilizar las luchas verdaderas. Y claro que es culpa de los que antes se reunieron para caracterizar a la derecha endógena, para denunciarlos y ahora van de la mano con ellos sin verguenza. Esa es la verdadera equivocación, creer que vas a poder negociar con un William, o un Diosdado y vas a salir bien parado del asunto.
Perdona pana, pero de esa vaina el "pueblo" no es responsable.

petoro