sábado, 18 de abril de 2009

Currtura

La convención ha querido imponer la idea de que cultivo es a cultura lo que lectura es a cosecha: cultivar (se) es estudiar, estudiar significa ir a la escuela y por lo tanto sólo merece llamarse culto el que lee mucho. El que ha arado dentro de su cabeza (me agarró limpio, caballero) un sembradío de lo que occidente llama “saber”. Y saber no es cualquier cosa sino un muy aburrido catálogo donde tienen cabida la música académica (clásica, la llaman por ahí), unos cuantos autores europeos y algún latinoamericano cuyo amaneramiento y mañas refinadas lo hacen parecer europeo (ah, Rubén Darío), la absorción dócil y disciplinada de la Historia europea, y la exaltación de lo que ha hecho el hombre blanco en desmedro de esos bárbaros y salvajes que somos los nuestroamericanos, africanos, asiáticos y tal.


De semejante punto de partida nacen aberraciones como esa de considerar filantrópica la “obra” del “maestro” Abreu, porque dizque enseñar a los carajitos a tocar oboe, fagot y violín los aleja de la delincuencia. Ya lo sabe: si en lugar de eso usted estimula a su chamo a tocar tambor, cuatro o maracas, le saldrá delincuente. Por eso a los músicos, directores y jalabolas de las orquestas sinfónicas (y al “maestro” Abreu) se les paga tan bien, mientras que los cultores del tamunangue y el calipso tienen que mamarse un tornillo: la música “culta” eleva el espíritu (y los números de la cuenta bancaria de Abreu); la música esa de negros, en cambio, fomenta la vagancia, el malandreo y las malas costumbres.

Les juro que el tema de esta columna no son las orquestas sinfónicas del “maestro” ni el arrase multimillonario de proyecto tan estúpido y contranatura como ese. Lo que pasa es que medio rocé el tema y me hizo arrechar antes de tiempo.

***

A lo que iba. Muchos de nosotros creemos (o mejor dicho: parece que lo sabemos) que la Cultura es hechura de pueblos y no de elegidos. Que la cultura la hace la gente en su diario construir de sociedades, y no un puñado de grupos y personas a quienes hay que pagarles para que produzcan bienes culturales. Al parecer lo sabemos. Sin embargo, desde que tenemos a un aliado en la jefatura del Estado, y a otros en algunas instancias tipo alcaldías o gobernaciones, hablamos y nos comportamos como si eso de Cultura fuera una vaina que el Gobierno debe hacer y fomentar para que el pueblo se divierta. Y a veces algo más grave aún: tendemos a sospechar que los ciudadanos tenemos un problema de "falta de cultura", y que esa es la razón por la cual hay embarazos adolescentes, violencia, malandreo, consumo de drogas, irrespeto a las leyes de tránsito, malos hábitos a la hora de botar la basura, etcétera.

Tendemos entonces también a casarnos con la idea según la cual la misión de una gestión de Cultura de equis alcaldía o institución, consiste en darle a la gente "la cultura que no tiene". Como la gente "es inculta", entonces venimos yo y mi gestión y le proporcionamos insumos para volverla culta. Le pedimos al “maestro” que cree una orquesta sinfónica por cada cuadra: “cul-tu-ri-za-mos” a los pobres, indios y negros y entonces de pronto a los carajitos ya no les provoca fornicar a los 11 años, empezamos a botar la basura en su sitio, respetamos las leyes de tránsito, no nos carcajeamos sino que musitamos una risita con la punta de los dedos sobre los labios, se nos quitan esas terribles ganas de echarnos las cervezas en la esquina, se nos quitan esas (más terribles aun) ganas de escuchar salsa, joropo o vallenato, y nos volvemos otra vez los propios respetuosos de la cultura blanca, porque no hay pobre culto sino pobre espectador y esclavo obediente: cállate el hocico, perro, el amo está escuchando un recital.

Todo eso es un insulto a nuestra gente, de esa forma piensan quienes han gobernado este país por 500 años: esos son el lenguaje y la actitud del enemigo, ni más ni menos. Pero por alguna razón nosotros, defensores y propulsores de una Revolución o de algo que puede llegar a serlo, nos gusta seguir midiendo a los nuestros con esa vara. Seguimos creyendo que la cultura es algo que debe mostrarse en una tarima, en un anfiteatro, en un proscenio, y les negamos a ciertas manifestaciones de la cultura cimarrona, bravía y poderosa de nuestra gente, la condición misma de expresión genuina de una herencia social. En lo personal, yo llevo más de 20 años presenciando (y recordando el día infame en que debí caer en plan de víctima, pobre montuno recién llegado de Carora) la manifestación más ruda y vigorosa del carnaval caraqueño: La Piscina, esa práctica indolente en la cual los muchachos de ciertas zonas abren un hueco gigante en la tierra, lo llenan de orines, pintura, harina, huevo y en ocasiones hasta agua y otros líquidos innobles, esperan a que pase cerca de ahí alguien vestido para otra ocasión que no sea el bravo carnaval caraqueño y lo arrastran sin misericordia hacia la fulana piscina, donde su vestimenta y su dignidad quedan literalmente hechas mierda.

(Dije misericordia, y bien puesto está ahí: la misericordia es un sentimiento asociado a la lástima del que tiene por el que no tiene; el ser que da limosnas puede que sea un hijueputa pero es misericordioso, y misericordia es lo que exige el catolicismo a sus oficiantes).

El Estado jamás reconocerá ese tipo de manifestación popular como cultura. Quizá tenga que ver con que no hay forma de financiar ni de sacar provecho económico de ella. Cosa que sí es viable y factible con esperpentos ajenos a nosotros como pueblo tipo carrozas, reinas del carnaval, bailes, conciertos. Jamás verá usted una pancarta de Polar que anuncie: “Este sábado 8, gran bañada de pintura y guerra de bombas de agua contra los güevones que pasan”. No, siempre es más “culto” y susceptible de financiamiento coronar a una “reina” que lance caramelos y papelillos.



35 comentarios:

Wilfredo dijo...

Salud hermano..Aunque tu artículo no tiene desperdicio, y como uno es músico de esos dizque llaman autodidactas, me hubiese gustado que hubieras continuado tu arrechera con el maestro Abreu; bueno, sé, o me imagino, que no es con él en lo personal...Aunque no conservo en físico ni virtualmente aquel artículo tuyo "Tocar, luchar... y andar mamando", si conservo en mi memoria las premisas del mismo. En lo personal claro que me arrecha que uno se tenga que comer un cable o mamar un tornillo porque andé por ahí tocando y enseñando a tocar gaita de tambora, merengue venezolano, o enseñarle a los chamos como diseñar atmósferas sonoras con radiografias viejas, mangueras de flexicón, frasquitos de medicinas que ya no se usan para eso, con botellaas de plástico o vidrio y cuanta verga exista con la que uno se pueda expresar sonoramente...lo que pasa es que esas labores con las que a veces puedo comprar las caraotas viejas que vende mercal, me producen la misma sensación orgásmica que me produce olerle el culo a mi mujer. Pero lo que si es verdaderamente triste, José Roberto, es que en el municipio Santos Marquina del Estado Mérida, ya nadie se acuerde de como se cantaban los "romances" en los velorios de angelitos...algunos viejos se acuerdan de algunas letras y tenemos algunos años tratando de reconstruir algo de aquello...Más arriba, en el Municipio Rangel, capital Mucuchies, todavía hay unos pocos que los cantan, "en veces", como dicen ellos...pero todo eso se va perdiendo a la misma velocidad con que "avanza" la misión música. Lo que si da arrechera y tristeza es que en el año 95 estuvimos en un pueblito perdío del sur del Lago de Maracaibo que se llama Santa María y el viejo Gilberto Soto era el único que se acordaba como se hacían los tambores para el chimbangle de San Benito, y como él decía, "ya nadie quiere aprender"..(a lo mejor ya se murió, mamándose un tornillo)..Y claro que a uno le gustan los festivales y un bochinche de tambores en una tarima o en una plaza o en una casa cualquiera, pero da arrechera que se organicen festivales intergalácticos de tambores como organizaba el "furruquero" ministro aquel, mientras a muchos de nuestros cultores ya no les quedan cables que chuparse...A lo mejor esa verga ha venido cambiando, pero te confieso que hace raaatooo que no salgo por ahí lejitos...Bueno hermano, mejor no sigo, porque al igual que tú, cada vez me va dando más arrechera y son la una de la mañana y por ahí anda dando vueltas el culo que te conté...Gracias por tus libros...larga vida a tu existencia...y sigue así de currrto.
Un abrazo

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
JRD dijo...

Wilfredo.
Esas arrecheras suelen pasar cuando uno se enfrenta a esta otra opción: la cultura es algo que se hace, no para cobrar por ello sino porque hierve en la sangre. Ve algo: la manifestación cultural venezolana más poderosa e indestructible son los tambores afroamericanos. Hace dos décadas Jesús "Chucho" García recorrió varios países de África en busca de algo que sospechaba, pero que no tenía como demostrar: que allá en las aldeas más recónditas, adonde no llega ninguna noticia o influencia de América, se tocaban exactamente los mismos tambores que en Curiepe y Cuyagua, y exactamente de la misma forma. Habrá que preguntarles a los defensores de la "cultura" esa que sólo funciona en grandes salones, en la academia y con grandes ingresos como "profesionales": ¿será que cuando a esos esclavos los trajeron en el siglo XVI les permitieron traerse consigo los tambores, manuales para tocarlos, profesores? ¿Será que les permitieron abrir sus Casa de la Cultura? ¿Les habrán pagado un sueldo para que por favorcito siguieran tocando tambores aquí? NO GÜEVÓN: esos seres humanos vejados, sometidos a la humillación más espantosa de la historia humana, se trajeron los tambores en el cuerpo, en la sangre, en el cerebro. A ciertos "cultores", y al "maetrso Abreu, tú les quitas el sueldo y la burocracia y ya más nunca se ocuparán de producir una mierda. La cultura hay que buscarla entonces en lo profundo de la sangre, no en los nombramientos y contrataciones mnultimillonarios, y mucho menos en el aplauso de los europeos.

Grauss.
Hace unos años, durante uno de esos episodios que hacen inolvidable la vida en pareja, cometí el error de comentarle a quien era entonces mi mujer que a los espaguetis que me acababa de poner en la mesa les faltaba algo así como una salsita. Aquella hembra retiró el plato con un violento jalón, se fue a la cocina y regresó al momento con el mismo plato pero full de salsa y ni un solo espagueti.
Estimado caballero. Hoy amanecí como de buen humor, así que permítame decírselo de la siguiente manera: lea otra vez el artículo, frase por frase, e indíqueme dónde coñísimo de la maldita y puta madre dice allí que la música académica es "mala", que el autor del artículo proponga suprimir su difusión o que me parezca "malo" que los carajitos la aprendan. Si alguien insultó aquí a un género o manifestación musical creo que fue usted mismo, refiriéndose despectivamente al vallenato, el reggetón y la salsa erótica.
Yo lo que dije (y la verdad-verdaíta es que me revienta las pelotas tener que repetir las vergas en lugar de insistirle a los otrso que vuelvan a leer) es que hay un hijo de la gran puta haciéndose multimillonario estafando al país con un discurso degradante y maldito: aquel según el cual quien cultiva la música académica y otras manifestaciones de la cultura europea es un ser humano más elevado que aquel que toca música para negros.
Hace un par de años escribí otro artículo afín, en plan de denuncia, con datos y cifras verificables. Puede leerlo aquí:

Tocar, luchar y andar mamando.

Dos días después el "maestro" Abreu le ordenó al ministro de Comunicación e Información que detuviera la inserción de pautas publicitarias en el periódico donde se publicó originalmente (el semanario Temas-Venezuela).
No, no es un conflicto entre la música clásica y la música popular: es un conflicto entre una visión del mundo que privilegia al Pueblo (lo llaman "democracia") y una visión del mundo elitista y coñoemadre envuelta en melodías que nada tienen que ver con nuestra cultura cimarrona.

Anónimo dijo...

Estoy muy de acuerdo con casi todo pero si alguien me trata de arrastrar a una "piscina" lo puedo dejar con dos o tres dientes de menos. Será mucha manifestación cultural y todo lo que quiera pero qué va, a juro no.

Wilfredo dijo...

...Te confieso que hoy no amanecí como tú "como de buen humor", y será por eso que a lo mejor no entiendo bien el tono de tu respuesta a mi comentario...algo así como si me estuvieras regañando porque me gustaría después de tocar, comerme un arrocito con pollo en vez de mamarme una tuerca. Yo no digo que me "TENGAN" que pagar por lo que hago; lo hago porque si no lo hago me muero palcoño...de desolación y tristeza, y pa' morime de esa mariquera, prefiero morirme de hambre, que tampoco ha pasado ni va a pasar...pero el que a lo peor si se murió de hambre fue el viejo que te conté...hace catorce años cuando lo conocí (llegué por ahí y no he vuelto más nunca), estaba flaquito y vivía solo, y sacaba fuerzas de donde no tenía pa' cortar los cueros, y lo hacía por eso que tú dices, porque eso lo heredó en su cuerpo, en su sangre, en su cerebro...Tampoco uno está pidiendo contrataciones multimillonarias...pero algún mínimo de enojo ha de haber, por no decir una ultrarrecontra arrechera, cuando la REBHOLUZIÓN le pasa esa bola de billete a las orquestas, y no es capaz ni siquiera de pasarte aunque sea en calidad de préstamo un mocho reproductor pa' grabar unos ciertos estilos de cantos de paradura que se están perdiendo...bueno, eso tampoco nos detiene, al final siempre sangra un culo (...a veces el de uno) y uno mal que bien hace la verga que tiene que hacer. En cuanto a reconocimientos, yo soy el coño más famoso, más prestigioso y vergatario entre mi hija y mis cuatro hijos...¿pa'qué más?. En el 96 anduve tres meses tocando por las europas y te juro que el aplauso de los europeos me sabía a mierda, de lo que si estaba pendiente era del aplauso de alguna que otra europea...tampoco de todas...Bueno hermano, más abrazos.

Anónimo dijo...

Coño mi pana por andar con tanto sifrino se te pegan vainas medio mariconas, ¿Te imaginas a Perro Abombao (el origonal, el de la zona 5 de José Felix) zambullendo a la gente en la piscina o revolcandola en el pozo? Esa vaina se llama pozo. En Petare, en El 23 o en Catia.

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja... ciertamente, el "maestro" Abreu ha sobrevivido a todos. Él es realmente el Gran Caudillo de Vzla. Amigo íntimo de Rómulo desde chiquitico, Guarenense como él, edificó el Sistema Nacional de Orquestas de Venezuela, mejor conocido como Fesnojiv, durante el primer boom petrolero.

Hoy su empresa tiene 33 años.

El tipo formó células de orquestas que hoy logran cobrar 75 dólares de entrada en Londres y EEUU, mientras en Vzla las presentaciones son absolutamente gratuitas: Dan concierto todos los viernes en la sala José Félix Ribas, del TTC.

Ciertamente, la situación de nuestros músicos es muy desigual: Los que están dentro del "Sistema": bien, los que están afuera que se jodan y le echen bola.

El viejo, seguro no tiene cuentas. Maquiavélico, lo que gana lo invierte en prestigio: premios, prensa, préstamos...

Lo cierto es que mencionas el tema de la exclusión de nuestra cultura "popular" y al mismo tiempo ¿sugieres que ésta debe ser "intitucionalizada"?

El ejemplo de "La Piscina" es de terror. Eso no puede ser "cultura" sino "barbarie".

La "Cultura" no es algo que degrada al ser humano sino que por el contrario, lo "eleva", lo "sublima" y lo "reconcilia" con el mundo o lo hace entrar en dialéctica con él.

Esta sensación se experimenta cuando se asiste a las fiestas del 12 de octubre en Quibayo, o a los tambores de San Juan en el verano... en Veroes, sobre todo.

Da placer esta música pagana y da también placer los "atrevimientos" de un Alexis Cárdenas con el "Pajarillo con moto y acelerando", grabado con un sello independiente. Es impresionante escuchar a Gabriela Montero improvisar sobre culaquier tema que le sugiera el público, y asistir a unos tambores en Barlovento.

Bob Abreu, nuestro pelotero (fíjate, del mismo apellido del Lully venezolano), maneja una discográfica llamada "Cacao Musica"; que busca difundir nuestros talentos populares, a precios de piratería pero en excelente grabación y presentación:

http://www.cacaomusica.com/home.html

Nuestros artistas afro caribeños, no deben desdeñar esa puerta, aunque no falten quienes por prejuicio (propiedad privada) desdeñen la oportunidad.

Besos,

Feminista.

Anónimo dijo...

Siempre me he preguntado por qué se ha hecho énfasis, o sólo se le ha dado apoyo a la música "culta" en detrimento de la composición e incluso de la publicación de nuestr@s compositor@s musicales.

Somos buenos imitadores de los europeos y ojo, yo no quiero ponerme "purista"-fundamentalista-fascistoide; pero nadie presta atención a los compositores, a la gente que crea un discurso musical en base a lo aprehendido y lo vivido. Lo de Abreu -no el pelotero-, es en cierta forma, la aplicación cabal del "buen esclavo". Niños de bajos recursos que se ven amarrados a un atril durante horas y días.

¿Es eso "malo"? Yo no estaría tan segura.

Cuando escuché al "Sexteto juventud", cuyos integrantes, por cierto, no hacen tanto honor a su nombre pues están ya viejos; en un concierto dado a nuestros presos en el Teatro Municipal, me pregunté: ¿por qué no se le da relevancia a esta música, original, espontánea y que llega a un "target" extenso???

Es como si Mozart hubiera escuchado la versión de Chopin de Richie Ray... coño, se cagaría. El portorriqueño lo supera arrechamente a nivel pianístico, orquestal y arreglístico: la euforia es total.

El resultado es que en el mundo se nos reconce por imitar e interpretar bien a los compositores europeos, incluso a recrearlos libremente como Alexis Cárdenas o Gabriela Montero. Esto yo lo aplaudo, pues estos intérpretes siempre buscan trascender con elementos de nuestra música a través de sus propias interpretaciones e improvisaciones.

Insisto: Si Oscar de León lo logró, ¿por qué buena parte de nuestros músicos no?

Por cierto: Vayan a ver "Swing con Son"...

Ahora sí me voy,

Feminista.

Reinaldo Iturriza López dijo...

¡Viva el reguetón!

Anónimo dijo...

Disculpen la falta de creatividad y chouvinismo. Comentario que le hice a un amigo hace 6 meses por colocar una foto de un concierto en el Edo. Apure de una orquesta juvenil a la cual no asistio casi nadie. Al pie de la foto coloco "lo que no apoyan los apureños"

Hola Fidel ¿Como estas? te pregunto: ¿Por que apoyar una música que no es nuestra? , esta bien que a la gente le guste diferentes tipos de géneros musicales y asista al concierto que le plazca, pero de hay ,a que sea una política de estado el sistema de orquesta y que se venere y santifique a José Antonio Abreu y el Gustavo Dudamel por sus "... "éxitos" en Europa... No joda!! que se vayan para el carajo!! Esa mierda será cultura pero allá en Europa!!! El día que desarrollemos nuestra música popular como lo hicieron con algunos géneros en los países "desarrollados" (el jazz es un buen ejemplo de música popular devenida a clásica), estaremos seguros de que se retomo el camino correcto, acorde al sentimiento del pueblo que a sido castrado de sus raíces populares, no te dejes engañar!!! hay que sacarse de la cabeza o en todo caso no dejar entrar esa idea de que culto es el que escucha este tipo de música jaja OjO casualmente esta que no apoyan los apureños jaja menos mal!

Wilfredo dijo...

Hola Reinaldo...de acuerdo contigo, ¡viva el reguetón!, y viva el joropo tuyero y Agustín Lara y Béla Bartók...y el tango, y esa salsa zanahoria que llaman dizque "erótica", y viva también la otra, dizque "brava", y viva Gino Gonzalez, a quien vengo conociendo gracias al Duque (y a las madres que los parieron)...Pero mosca...hace un tiempito estuve en un festival de vallenato en Valledupar, y aquello no tenía mucho que ver con ese "vallenato de buseta" que uno suele escuchar...La difunta tía Negra agarraba un pollo del patio de una de sus hermanas allá en Machiques y hacía una sopa arrechísima. Mi primera esposa hacía una sopa de "pollo" con unos sobres que dicen "Continental" y a mi me gustaba esa agüita saladita con unos fideitos, pero eso no era sopa de pollo, y mi tercera esposa hacía unas cachapas arrechísimas Roobin Hood. A lo mejor, Reinaldo, conoces un libro que estuvo muy en boga entre los músicos "siniestros" por los años 80, de un saxofonista cubano que se llama (o se llamaba) Leonardo Acosta; el libro se sigue llamando "Música y descolonización", creo que sigue teniendo vigencia en muchas vainas con relación a las distintas "músicas" que existen.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Cuidado con el chauvinismo. Recuerdo el comentario del duque en tocar, luchar, y andar mamando. Ese día comenté que la música clásica, al igual que todas las que involucren instrumentos de difícil ejecución, incrementa la creatividad y la autoestima, además de cultivar en el ejecutante la disciplina, el trabajo y la dedicación. En esa oportunidad boqueé fuerte al referirme al tambor como contraposición a las orquestas sinfónicas juveniles, en las cuales, por cierto, también lo usan. Siempre insisto en que el debate está en la construcción del socialismo o la manutención del sistema capitalista. Lo demás es irse por las aristas y perder el objetivo principal pues debemos guardar fuerzas para sobreponernos a lo que creo es importante, enfrentar la barbarie y la embestida de las fuerzas neo-fascistas. Se supone que el socialismo le dará cobertura e impulsará todas las vertientes musicales que se cruzan el el país. En ella, por supuesto, se encuentran tanto la música clasica como la música popular en donde está incluido el tambor, el galeón, el corrío, etc. Otra cosa que siempre comento es que debemos dejar de lado los toques de tipo racial, religioso o nacional. Los ¨buena Gente¨ y socialistas pueden ser negros, blancos, indios, amarillos, o de cualquier color. Ahora también resulta queno tienen que ser ateos, también pueden ser budistas,cristianos, o de cualquier otra religión, asi como también Venezolanos, Indios, Polacos o Gringos. Los fascistas tambíen pueden ser de todos esos tipos. Un saludo a todos los aficionados a la música, y les digo que prefiero al Sexteto Juventud para una rumba hasta el amanecer, pero temprano en la mañana me gusta Mozart o Vivaldi. Por cierto, en esa oportunidad el Duque se refirió a mi como vivaldi, no se por que, pues de música lo que se es disfrutarla.

Reinaldo Iturriza López dijo...

Wilfredo:
Lo que me aburre es la mala costumbre de aplicar para el caso del reguetón lo que suele hacerse en el caso de Chávez: que para criticar al tipo, primero hay que escribir cuatro párrafos en los que se declara fidelidad al proceso y se jura lealtad al líder.
Con ciertos amigos es imposible hablar de reguetón sin citar primero a Theodor Adorno y manifestarse en contra de la sociedad de consumo.
Coño, qué culpa tengo yo si me instalo a cantar con mi chama de ocho años el primer disco de High School Musical.
Carajo: ¡tribunal disciplinario!

No sabía del libro de Leonardo Acosta, hermanito. Gracias por la referencia.

Leo Felipe dijo...

Primera trampa: leer no es estudiar. Segunda: es mentira que estudiar significa ir a la escuela. ¿Quién aseguró que estimular a tu chamo a tocar tambor, cuatro o maracas lo convertirá en delincuente? Avísame, yo te acompaño a darle unos palazos. Esa piscina de “otros líquidos innobles” (frase poco bravía, cimarrón) no necesita ningún estímulo del Estado. Por último: si la cultura es hechura de pueblos y no de elegidos, ¿qué se terminará imponiendo? Es el tamunangue lo que está jodiendo la visión que tiene el gobierno (alcaldías, instituciones) de la cultura. Los cultores, secretarios y burócratas creen que contratar a una agencia de festejos y poner a unos músicos a tocar joropo es suficiente para ser rrrrrevolucionario, auténtico, venezolano, bolivariano. No importa que se rían a carcajadas, se beban sus cervezas y se crean poderosos.

JRD dijo...

Leo felipe.
Tengo unas ganas arrechas de discutir contigo. Así que por favor:

1) Dí algo distinto a lo que yo dije (leer no es estudiar, estudiar no significa ir a la escuela, el Gobierno la está cagando en materia de política cultural).
2) Hazme provocaciones más efectivas que eso de "No eres macho porque no escribes como macho, aaaaayyyyy, mariquito".

Anda Leo, tú puedes.

Wilfredo dijo...

Reinaldo:...Absolutamente de acuerdo contigo. He padecido en carne propia el "aburrimiento" al que te refieres...Me tocó, en una conversa entre panas músicos,no digo recurrir al alemán Theodoro,por haber dicho que me gustaban algunas rancheras casi me llevan a la hoguera...lo que pasa es que entre los 4 párrafos preliminares para criticar a Chávez y tu escueto y contundente "¡viva el reguetón!",me provocó hacerte el comentario.
Un abrazo, hermano

Leo Felipe dijo...

Ah vaina, ¿eso fue lo que dijiste? Es que escribes muy enredao. Bueno, déjame poner mi punto sin provocaciones:

Criticar la política cultural del gobierno porque deja demasiado real en el sistema nacional de orquestas infantiles y juveniles, en lugar de apoyar las genuinas manifestaciones populares, apelando al valor que tienen para nosotros como pueblo la burriquita y el tamunangue (sí, sí, y el vallenato y la salsa y la reputeada flauta andina), no es lo mismo que criticar la política cultural del gobierno porque cree que financiar a tus queridos tamboreros de Curiepe es suficiente para hablar de reivindicación. Lo primero puede servir para atacar la invasión cultural (o como quieras llamarlo) de ingleses, franceses y estadounidenses; lo segundo para decir que una vaina es ser de izquierda (como tú) y otra pegarle una calcomanía del Che a tu carro y sentirte políticamente satisfecho.

Son críticas, ataques o acusaciones distintas. Para mí lo primero no es una cagada, para ti sí. Para mí una parte de lo que propones como contraste a la exaltación del hombre blanco, se parece mucho a la cagada que critico.

Ahora invítame una birra y yo te digo si puedo.

Unknown dijo...

Jose Roberto, creo que caes en la trampa de negar actividades universales del ser humano que nosotros como pueblo podemos desarrollar, en el caso de la musica esta bien tocar tambores, maracas, en fin lo que te de la gana, ahora igualmente, lo musical que se genera desde una guitarra o violin o trompeta, mas alla de la musica misma es la manera de entrar en contacto con la persona creativa digo yo que soy un perfecto ignorante en cuanto a la musica, sin embargo vivir la experiencia de unos chamos queriendo aprender a tocar un instrumento musical lo que sea, es arrechamente bonito ,coño, mi pana creo que la enseñanza de la musica en estas orquestas juveniles es positivo,,y hay vergas que se tienen que aprender en la calle a los coñazos porque asi es,, y seguramente no todos seran musicos,

JRD dijo...

Leo.
Nada más para saber: ¿quién dijo eso de "financiar a mis queridos tamboreros de Curiepe es suficiente para hablar de reivindicación"? Te contrapropongo lo mismo que tú más arriba: señálame a ese mamagüevo y vamos ya a reventarlo a coñazos.

Ah, y eso de:

"Criticar la política cultural del gobierno porque deja demasiado real en el sistema nacional de orquestas infantiles y juveniles, en lugar de apoyar las genuinas manifestaciones populares, apelando al valor que tienen para nosotros como pueblo la burriquita y el tamunangue (sí, sí, y el vallenato y la salsa y la reputeada flauta andina)"es una traducción de este brillante sarcasmo, contenido en mi brillante artículo:

Por eso a los músicos, directores y jalabolas de las orquestas sinfónicas (y al “maestro” Abreu) se les paga tan bien, mientras que los cultores del tamunangue y el calipso tienen que mamarse un tornillo: la música “culta” eleva el espíritu (y los números de la cuenta bancaria de Abreu); la música esa de negros, en cambio, fomenta la vagancia, el malandreo y las malas costumbres.Leo. Ay Leo. ¿Por qué dices que para mí es una cagada algo que yo mismo dije? No engañes así a la gente chamo. Quedas burda de mal con esos bichos que saben leer.

Después nos echamos las birras. Cuando se te quiten los efectos de esa vaina rar que te tomaste, y que te pone a tender trampas sólo aptas para globovisionarios.
Mentitra perro, cuando tú quieras yo quiero.

JRD dijo...

Jormendur-
Indícame ahí en mi texto dónde es que caigo "en la trampa de negar actividades universales del ser humano que nosotros como pueblo podemos desarrollar".

No, mejor no pierdas tu tiempo. No vas a encontrar ninguna afirmación donde eso se diga o insinúe. ¿Sabes por qué? Adivinaste: porque no lo digo ni insinúo en ninguna parte.

Sigue así. Tú eres una persona inteligente.

Wilfredo dijo...

Jormendur:
..Veerga,mi pana,el Perro ese que nos permite conversar por aquí,acaba de "quitarme" de las teclas exactamente la misma pregunta que te quería hacer..citando exactamente de tu texto,la cita que pensaba usar para que me respondieras ..bueno,aún asi quería hacerte algunos comentarios. A menos que él "mesmo" me desmienta, lo que está planteando ese caballero en su escrito no es ningún peo "musical", así que puedes continuar, si te da la gana , siendo "un perfecto ignorante en cuanto a la música"; no compa, eso no existe..en el bojote de años que tengo dedicado al aprendizaje-enseñanza de esa joda que llaman "música",no he encontrado¡jamás! "un perfecto ignorante",y no lo he encontrado porque en Venezuela "eso" no existe...a lo mejor existe en europa o en disneylandia,pero aquí no,ese es otro mojón ideológico, otro chuzo de la "cultura" de la dominación. El rollo que está planteando el Duque es político-ideológico, no "musical",y si se quiere, con relación al sistema de orquestas, un peo político-ideológico-administrativo. La crítica a ese modelito "orquestal" puede resultar más larga que un peo e' culebra, pero quisiera mencionarte una sola vainita. El desarrollo de la música en Venezuela no se ha dado como en el fútbol o el beisbol...que si pitoquitos, después juvenil, sub-17,sub-20 o sub-sepetecientos.Esa güevonada de "infantiles-juveniles" es una "importación" europea cuyas razones ocultas te las dejo en el misterio para que tú mismo las averigües..Cuando uno de mis chamos tenía 4 años (ahora tiene trece), tocaba conmigo, que entonces tenía 44,había un cuatrista que tenía como 17,el que cantaba era un pure como de 62...y así.En NUESTRAS manifestaciones musicales siempre ha existido esa sabrosa promiscuidad de edades, con un rico intercambio de saberes mutuos,donde se genera como una especie de intuición colectiva que permite que TODOS los ejecutantes le den paso a cualquiera que en el momento de estar tocando sienta la necesidad de expresarse y "decir" su verga con el coroto que tenga en la mano o lo que tenga en la garganta , sin necesidad de que exista un güevón con un palito en la mano que indique nada (..con mis respetos para los señores DIRECTORES de orquestas)...te juro por mi santa madre que si al que toca el fagot,o el timpani o el violín, se le ocurre,por una razón de vida o muerte, tomar "espacio temporal" para expresar su mismidad interior,tá'botao'palcoño...Volviendo a tu "ignorancia",en el 2002 dicté un taller de 9 meses en el barrio "Campo de Oro" de Mérida,se me acercó una doña diciéndome que ella quería hacer el taller "..pero yo no tengo rítmo", le dije que si no tuviera rítmo ya se habría muerto....estuvo tres meses con nosotros y gozó una bola..
Un abrazo, compa.

elsoberanomanda dijo...

Coño, perro, (verga, ya empecé mal: el artículo es sobre "currrtura", y ya usé un "coño" de entrada), yo no sé si califico para opinar sobre este tema, pero igual me lanzo.
Resulta que no tengo gallo en esta pelea. Digo, un carajo que nace en Maracaibo y le huye a las gaitas no es precisamente el ejemplo de "defensor de la nuestredad" que este artículo invoca (sí, ya sé: no lo invocas en ninguna parte).
Hijo de inmigrantes, huérfano de ese contacto necesario con lo autóctono para sentirlo mío, me crié entre libros semiescondido en esa Venezuela que asociaba la palabra "cultura" (fondo de violines, porfa) con el semblante del Dr. Uslar Pietri. Nunca entendí si mi disgusto hacia el folklore era producto de mi falta de raíces o de la coñaza diaria que implicaba el ser catire en un barrio de Maracaibo... o si simplemente me ladilla percibirle el fondo religioso (¡asco!) a casi todas las manifestaciones de cultura popular.
Después me trajeron pa' Caracas y allí caí víctima de Radio Capital y Éxitos 1090, es decir, adiós Venezuela provincial. Yeah, only rock'n roll.
Menos mal que el juego de la vida, en el mero sentido que le daba el inquieto anacobero, me sacó de la burbuja. Claro, no es que ahora escuche más música criolla, pero sí la entiendo y la aprecio más.
El punto es: no sólo no aprendimos a querer lo nuestro, sino que además aprendimos a NO querer lo nuestro. Eso sí que es jodido, compa: ser parte de un colectivo al que se le ha enseñado que ser criollo es justamente la pena, el pecado original de los venezolanos. Y no te lo dicen los gringos ni los europeos, no, que va: ya te lo dicen, de tanto oírlo, los venezolanos, los citadinos, esos que reniegan su origen rural, no vaya a ser que los devuelvan de un carajazo pa' su monte.
Con semejante tara sicológica es obvio que ciertos determinismos prefabricados nos condicionen. Comparar un piano o un cello con un cuatro es la manera más directa de verle el blanco 'e los ojos a más de uno, y no solamente a algún sifrinoide de esos que pretenden "elevarse" escuchando una vaina que suena a pelea de mosquitos.
Como si fuera fácil ejecutar una pieza de nuestros llanos. No importa si la inspiración se origina en Chopin o en unos buches de cocuy, no importa si tocas oboe o güiro: lo importante es el talento, y lo hay... pero seguramente es más rentable sacarle tajadas a un presupuesto dirigido a la compra de esas anticuallas que utilizan en las orquestas que a uno dirigido a la compra o peór aún a la elaboración de cuatros, requintos y maracas.
Por cierto, ¿has leído las definiciones de "cultura" en los diccionarios? Hay algunas que son incompatibles con la palabra "cambio"; otras incluyen vainas como la piscina de mierda esa en la que te bautizaron al culto del rey Momo.
Cultura. Verga, no sé si son ideas mías, pero lo primero que me viene a la mente es "discriminación". Un mamagüevo en flux y corbata hablando pendejadas te culturiza; la suegra dándote una receta de un plato típico debería ser tanto o más "currrrturizante"...¿o no?
Franco Munini.

Anónimo dijo...

Mira esta vaina publicada hoy 02-05-09 en aporrea bajo el titulo "Dudamel escoge venezolanos para beca Filarmónica de los Angeles"
"Los becarios trabajarán con Dudamel y músicos de la Filarmónica. Cada uno de ellos trabajará por separado y practicará sus habilidades dirigiendo los conciertos juveniles de la Filarmónica de Los Angeles en el Walt Disney Hall, y participando como conductores teloneros y siendo mentores en programas educativos como la Orquesta Juvenil de Los Angeles, creada en base a la filosofía de El Sistema".
¿que hacemos? ¿le agradecemos al maldito ladrón coño e su madre cara de verga ilustrísimo señor Abreu?.
Un beso
Elina

Anónimo dijo...

Lo de Dudamel no tiene nada de extraño. Desde siempre, no solo en nuestro país, si no en todos los países no-industrializados, hay un sistema de ¨inteligencia¨ y espionaje bien montado. Lo mismo que pasa con los ¨scouts¨ deportivos lo podemos aplicar a las universidades y todo tipo de institutos. Nadie me quita de la cabeza que hay una gran cantidad de profesores tarifados por medio de las embajadas que asumen el papel de intermediarios y pasan información sobre las personas con potencial científico y de todo tipo que pueda ser manejado de manera muy sutíl, por ejemplo: resulta que un chamo de la UCV que estudia física o química pura, es sobresaliente en los estudios y tiene gran potencial para ser usado por cualquier empresa multinacional, entonces se presenta el profesor y le dice; mucha no has pensado salir al exterior a culminar tus estudios? hay muchos países que te podrían dar una ¨BECA¨(hay está la trampa, para nuestro país, por supuesto), y sigue; sabes? tengo unos contactos que te podrían ayudar, y asi empieza el asunto, no sigo pues ustedes ya se imaginaran el intermedio(casa, carro, mercado grátis, y un sueldazo al terminar)y el final. Eso ha sido asi desde siempre, y es por eso que países como Cuba tienen que tener cuidado con sus científicos, personas que le cuesta a la nación mucho prepararlas y luego dejan al país en las primeras de cámbio. Alguien por aqui sabrá cuantos científicos y músicos se han llevado de esta manera?. Sería bueno que hicieran el mismo modus-operandis con los tramposos y tracaleros que tenemos, y se los llevaran. Eso nos daría un alivio.

Anónimo dijo...

Coño Franco llegué hasta lo de la pelea de mosquitos y no seguí. Puede que en algo tenga razón el comentario, como en mucho tiene razón el artículo principal. Pero apreciar nuestras manifestaciones culturales no tiene nada que ver con despreciar otras. Dejar de oír a Mozart o a Beethoven porque son europeos es tan estúpido como dejar de oír al Gabán Tacateño porque es de los Valles del Tuy. La idea es ampliar el horizonte, universalizarse, enriquecerse. Despreciar nuestra música popular y despreciar la música académica son dos maneras diferentes de empobrecerse culturalmente. Pero como yo no soy experto en nada a lo mejor estoy pelando bola.

Anónimo dijo...

Anónimo del 7 de mayo: La única forma de garantizar que tus profesionales no salgan corriendo es dándoles la oportunidad de tener una vida digna en el país. Esa posibilidad por ahora no existe. Los sueldos no son dignos, no alcanzan ni para vivir. Entonces cómo quieres que se quede la gente. No todo el mundo es masoquista compa, y muchos tenemos familias qué alimentar y a las cuales hay que procurarles techo. Dime tú cómo compra casa un asalariado tal como está la situación. Hoy en día hasta alquilar es una hazaña. ¿Tanto estudiar y estudiar para pasar necesidad y tener que vivir arrimado para siempre? Eso no es justo.

Pupila dijo...

Entiendo lo que explicas Duque, sin embargo no estoy de acuerdo contigo ni con ese resentimiento. Es cierto que muchas tradiciones han quedado relegadas del valor cultural estándar, pero no de esa forma y eso poco a poco ha ido cambiando. Opino que ya en éstos tiempos, no es más importante una que otra, simplemente son diferentes y se practican en distintos ámbitos para diversos tipos de público. Eso es pluralidad. Es necesario para las diferentes relaciones afectivas e intelectuales que se tejen en un mismo territorio de tantos imaginarios. El hecho de que se les llame “bárbaras” o “salvajes” a algunas, no tendría por qué ofender si se asimila de manera inteligente el concepto de lo salvaje, esa bella violencia de lo orgánico.
No sé antes, pero ahora sí se están apoyando moral y económicamente muchos proyectos de los más “autóctonos” y no creo que por eso se deba despreciar a los más académicos. Muchos intelectuales importantes dentro del ámbito cultural reconocen la riqueza de las prácticas más fieras. Uno de ellos es el lúcido Briceño Guerrero, quien sabe que, por ejemplo, el sentimiento de los tambores no se estudia, sino que se baila y se bebe.
No hace falta más que ir a las islas del Caribe para darse cuenta de que no hay nada más natural que la curiosidad y el interés por lo extraño, por lo exótico. Igual pasa en Venezuela. Ves a ciertos “afrodescendientes, asiáticos, nuestroamericanos” estudiando solfeo o violín para tocar en una orquesta sinfónica, o aprendiendo filosofía alemana o francesa, pero en Europa también ves a los francesitos torpemente interesados en aprender a bailar tambor, merengue, tamunangue o tango, estudiando las culturas prehispánicas, etc. Por el contrario, creo que ese cliché de lo puramente “autóctono” es muy propio del Estado actual: no hay nada más raro, burocrático y ridículo que cuando gente del gobierno, incluyendo al presidente, van a dar sus discursos panfletarios y entre los “peroles” de su campaña se llevan a grupos “folclóricos” con vestiditos amarillos y alpargatas y los montan en una tarima como cosas para el espectáculo. No digo que esos shows no sean necesarios, pero ¿son realmente gratificantes? ¿No son más bien disfrutables en su propio “hábitat”?.
En lo que no estoy segura es en el nivel de impulso remunerativo por parte del sector oficial y privado. Pero esa lucha de músicos independientes debería estar basada en solicitudes a las instituciones o empresas no en desdeñar lo establecido. Me parece.
Por otro lado, sobre el ejemplo que das del pozo líquido, quizá ese tipo de costumbres no necesiten de propaganda ni de publicidad, quizá lo más bonito sea eso, que están allí más allá de eso y se mantienen por ese hermoso fenómeno que pasa de generación a generación local. Pienso que quizá ese tipo de compartir se expone mejor, a otros, en documentales audiovisuales o fotográficos y ese tipo de muestras antropológicas que pueden profundizar más en la gente. Pero eso no tiene nada que reclamarle a la academia, pienso.

Saludos!.

elsoberanomanda dijo...

Epa, anónimo del 13 de mayo, 6:16pm, te perdiste lo mejor, que es donde insinúo que QUIZÁS, A LO MEJOR, PUEDE SER que sea más rentable trampear sobre cornos franceses que sobre cuatros. Donde digo que la cultura de pedestal me arruga las bolas. Que una música en traje de pompa fúnebre debe parecerle tenebrosamente ajena e inalcanzable (¡y adrede!)a quienes se deleitan al espíritu del guaguancó o del joropo.
Pero yo, igual que tú, no entiendo mucho de esas vainas. Si no es por Reinaldo ni me entero del coño ese Adorno. ¿Viste? Ya me culturicé. Algo es algo.
Franco Munini.

JRD dijo...

Pupila.
Indícame dónde dije algo distinto a lo que tú planteas. Digo, para entender por qué y con qué es que no estás de acuerdo.

Pupila dijo...

Duque, estoy segura de que todo esto -tanto contenido como forma- es distinto a lo que yo planteo:

-saber no es cualquier cosa sino un muy aburrido catálogo donde tienen cabida la música académica (clásica, la llaman por ahí), unos cuantos autores europeos y algún latinoamericano cuyo amaneramiento y mañas refinadas lo hacen parecer europeo (ah, Rubén Darío), la absorción dócil y disciplinada de la Historia europea, y la exaltación de lo que ha hecho el hombre blanco en desmedro de esos bárbaros y salvajes que somos los nuestroamericanos, africanos, asiáticos y tal.

-aberraciones como esa de considerar filantrópica la “obra” del “maestro” Abreu, porque dizque enseñar a los carajitos a tocar oboe, fagot y violín los aleja de la delincuencia.

-músicos, directores y jalabolas de las orquestas sinfónicas (y al “maestro” Abreu) se les paga tan bien, mientras que los cultores del tamunangue y el calipso tienen que mamarse un tornillo: la música “culta” eleva el espíritu (y los números de la cuenta bancaria de Abreu); la música esa de negros, en cambio, fomenta la vagancia, el malandreo y las malas costumbres.

-Les juro que el tema de esta columna no son las orquestas sinfónicas del “maestro” ni el arrase multimillonario de proyecto tan estúpido y contranatura como ese. Lo que pasa es que medio rocé el tema y me hizo arrechar antes de tiempo.

-“maestro”

-propios respetuosos de la cultura blanca, porque no hay pobre culto sino pobre espectador y esclavo obediente: cállate el hocico, perro, el amo está escuchando un recital.

-Todo eso es un insulto a nuestra gente, de esa forma piensan quienes han gobernado este país por 500 años: esos son el lenguaje y la actitud del enemigo

-esperpentos ajenos a nosotros como pueblo tipo carrozas, reinas del carnaval, bailes, conciertos.

JRD dijo...

Pupila.
Compara esos párrafos y expresiones con estos de tu intervención anterior:

-Es cierto que muchas tradiciones han quedado relegadas del valor cultural estándar

-en éstos tiempos, no es más importante una que otra, simplemente son diferentes y se practican en distintos ámbitos para diversos tipos de público. Eso es pluralidad.

-El hecho de que se les llame “bárbaras” o “salvajes” a algunas, no tendría por qué ofender si se asimila de manera inteligente el concepto de lo salvaje, esa bella violencia de lo orgánico. (Eh, deberías asimilar de manera inteligente lo de "maestro". No sé, "bárbaro" suena peor, así consideres inteligente aprender a soportarlo).

-no hay nada más raro, burocrático y ridículo que cuando gente del gobierno, incluyendo al presidente, van a dar sus discursos panfletarios y entre los “peroles” de su campaña se llevan a grupos “folclóricos” con vestiditos amarillos y alpargatas y los montan en una tarima como cosas para el espectáculo. No digo que esos shows no sean necesarios, pero ¿son realmente gratificantes? (eso pudiera doler más que lo de "maestro").

-esa lucha de músicos independientes debería estar basada en solicitudes a las instituciones o empresas no en desdeñar lo establecido.

-sobre el ejemplo que das del pozo líquido, quizá ese tipo de costumbres no necesiten de propaganda ni de publicidad, quizá lo más bonito sea eso, que están allí más allá de eso y se mantienen por ese hermoso fenómeno que pasa de generación a generación local.

Y bien, Pupila, ahí lo tienes: compartimos muchas cosas en el contenido, en la forma y también en el resentimiento clasista, en el desprecio mordaz al tipo que piensa distinto y tal. Sólo que yo sí admito que soy un resentido y que la rabia es un poderoso motor de la historia. Otros deberían salir del clóset. Yo suelo pintarme tal cual soy.

Pupila dijo...

Duque, hay una gran diferencia. Jamás les llamo "enemigos" ni desprecio su trabajo o talento, en mi opinión.
No es lo mismo una tarima de personas vestidas de amarillo y alpargatas para adornar un proselitista discurso partidista, que unas personas exponiendo talento musical en una tarima de teatro, el lugar con acústica necesaria para tal proyección.

Y si re-sentir es sentir dos veces, pues seré resentida, pero sin odiar, sin insultar de esa forma. Al final, tú mismo sabes, que a los de "Clase media" nos toca re-sentir el menosprecio de ambos bandos. Re-sentidos.

Anónimo dijo...

El Lápiz Azul escribió:

Cito la Constitución:

Artículo 99. “Los valores de la cultura constituyen un bien irrenunciable del pueblo venezolano y un derecho fundamental que el Estado fomentará y garantizará, procurando las condiciones, instrumentos legales, medios y presupuestos necesarios.
Se reconoce la autonomía de la administración cultural pública en los términos que establezca la ley. El Estado garantizará la protección y preservación, enriquecimiento, conservación y restauración del patrimonio cultural, tangible e intangible, y la memoria histórica de la Nación. Los bienes que constituyen el patrimonio cultural de la Nación son inalienables, imprescriptibles e inembargables...”


Por tanto la Cultura, es un conjunto de valores "irrenunciables"... no es por capricho esta palabra... no es que alguien te pueda hacer renunciar a ellos... es que simplemente es IMPOSIBLE poder renunciar a ellos. La cultura es intangible... escapa del poder transformador de un solo hombre. Porque responde al comportamiento del conjunto. Ese conjunto de valores... "constituyen un bien" entran en nuestro inventario como un bien... algo provechoso.

En mi edad come-flor-existencialista leí a Conny Mendez... (es como la versión femenina de Aquiles Nazoa). ella hablaba de una manera diferente de leer los 10 mandamientos... así el 5to dice: "No matarás".
¿Quiere decir este "mandamiento" que no debes matar a tus contemporáneos?

Pues no, solo quiere "informarte" que la vida es mucho más que este pedazo de piel, músculo y hueso en movimiento, que por más que lo corrompas y mutiles la vida permanecerá allí inalterable.


Algo similar entonces ocurre con la Cultura.
También dice el artículo 99 que el estado establece por ley una Administración Cultural Pública... Al principio dice de la cultura que: "el Estado fomentará y garantizará, procurando las condiciones, instrumentos legales, medios y presupuestos necesarios" Luego dice: "El Estado garantizará la protección y preservación, enriquecimiento, conservación y restauración del patrimonio cultural, tangible e intangible, y la memoria histórica de la Nación"

El estado vela por algo que está allí... que ya existe

Creo que es necesario que El Estado lo haga por dos razones:

1º.- Porque si no se involucra, ya formaría parte de la Cultura con una actitud de "no querer participar"2º.- Porque si se involucra (declaradamente), hay puertas para que el dinero público fluya hacia la comunidad... y le conviene porque vende una imagen de tipo: "el gobierno que va de la mano del pueblo"...eso hacen todos.

Norte Vs. Sur
Los norteamericanos tienen una cultura "diferente" del uso de su bandera... (Lease: puteada). Vemos la Bandera de EEUU colgada en todas partes, ves banderines, ves trajes de baño, carros, pelotas y un enorme Etc.

Los venezolanos (o latinos) somos iguales?, No. Aunque Chavistas y Escualidos se han peleado los símbolos, Pero ha habido un cambio cultural profundo?... No. Si entras a google imágenes y escribes "american woman" lo primero que te va a salir es una mujer desnuda arropada con la bandera... si escribes "mujer venezolana" no.
"Los cambios a la cultura se ven con el paso de muchos años y no deben obedecer a medidas impuestas."

Duque, podemos decir simplemente que la cultura no se puede repartir... porque ¿Que es lo que se reparte?... ¿que le corresponde a quién?. La cultura no se puede impartir... ¿Cómo impartir tantos siglos de acumulación de cultura?

El papel del estado finalmente debe ser como el de las maestras de preescolar... unirse a jugar con los niños.

Exitos

Unknown dijo...

Veerga Duque, te metiste con la palabrita "cultura" y resulta que todo el mundo tiene su vision conceptual y social de "cultura", bueno yo tambien me lanzo la mia, ya que la palabra "cultura" se limita a explicar los patrones sociales conocidos, propios y ajenos, ya ves la Pupila se arrecha por los bailes de alpargata y piensa que deberian estar limitados solo al teatro, donde una actitud bobalicona admira el talento de otro aislandose de si mismo, de su realidad, viviendo lo ajeno y alienado, pues tu quedas como espectador, ahora el tema cultural, es que debemos promover la actividad humana que causa felicidad social, romper el trauma de lo aprendido y buscar nuestros propios caminos, teniendo todas las referencias universales del hombre, maestros y barbaros, porque la vida esta llena de soluciones viejas y nuevas, conocidas y desconocidas, creo que me parece una mariquera todo esto, sin embargo, sigamos alzando la voz para parir ese mundo nuevo,

Kepler dijo...

A ver si esto pasa por censura:
Aquí leo a cada rato lo de "afrocaribe" y "afroamericano" como lo propio de Venezuela.
¿De cuándo acá eso es así?
¿No es acaso Venezuela al menos tan "europea" como africana?
¿Qué rollo tienen con aceptar que la cultura europea nos ha influido tanto desde el comienzo de nuestra historia como la indígena y la africana?
Me gusta mucho la música africana. Voy cuando puedo a conciertos, en especial conciertos en cafés, en centros culturales, ante todo cuando hay música de Senegal, de Malí y de Congo. Pero también he escuchado la música tradicional de Andalucía y de Canarias y mucha de esa música ha impregnado la nuestra. Venezuela no es solo o ante todo "tambor y salsa".

Yo soy descendiente de esclavos bantúes, de europeos y de indígenas, como casi todos aquí. Soy, ante todo, venezolano.
Lo "afrocaribe" es valioso, pero no es algo de mayor (o menor valor) que el resto de nuestra herencia.
Por cierto, estamos comunicándonos en un idioma indoeuropeo.