viernes, 4 de septiembre de 2009

Guerra de generaciones: la película

Para Adriana G. y Lorena F.

y demás Lorenas y Adrianas de la vida


Creemos en algo que llamamos la Revolución. Creemos y sabemos que la Revolución va a triunfar. Como participantes en esto, eso es motivo suficiente para sentirnos poderosos y fuertes. Pero si lo asumimos como espectadores de una película en desarrollo tenemos malas noticias: esta película es muy larga y los seres humanos vivientes no sabremos cuál es el desenlace. Somos protagonistas pero la película terminará cuando nuestros huesos amarillentos tengan siglos bajo tierra.

***

Quienes nacimos, crecimos y nos formamos bajo el influjo y la tiranía de la televisión, el cine y la industria deportiva (y cómo no, la epopeya que nos han contado que ha sido nuestra Historia) entendemos por “triunfo” una situación en la cual 1) el enemigo es derrotado, silenciado, desplazado, liquidado; 2) nosotros nos apoderamos del galardón y nos enseñoreamos de él.

Los puntos 1 y 2 contienen unos elementos que sin necesidad de nombrarse directamente están ahí y pesan, joden y son capaces de embarrar lo que de noble pueda tener nuestra aspiración a que la Revolución triunfe. Esos elementos son el poder y la muerte. Apoderarse: quedarse con el poder y ejercerlo. Derrotar: hacer que el enemigo desaparezca o quede anulado como factor político. Que se pudra.

Éxito: destrucción del enemigo, y para mí todo el poder y la gloria, los recursos, la administración de lo existente y la mujer del sujeto liquidado.

Si estamos de acuerdo en que esa es la escenografía básica del esquema guerra=vencedores+vencidos, deberíamos estar de acuerdo también en que nosotros, el bando de quienes somos revolucionarios o decimos serlo, hemos cometido y seguimos cometiendo algunos errores, algunos de ellos puramente circunstanciales y otros más graves, de entendimiento del problema en su estructura. Por allá arriba un párrafo concluyó definiendo al triunfo o éxito como una situación en que los vencedores terminan administrando lo existente. Parece que entonces ese triunfo o éxito no nos sirve, ya que lo existente es el capitalismo y bien ridículos nos veríamos como revolucionarios anhelando (como de hecho muchos lo anhelan, y hasta lo ejercen: asómense por las gobernaciones, las alcaldías y por el Ejecutivo mesmo) administrarlo nosotros.

El Cayapo lo resume de pinga: los capitalistas quebraron al capitalismo; entonces nosotros, que somos socialistas, sí lo vamos a saber administrar. O sea, que el capitalismo es chévere, sólo que lo han administrado mal. ¿Para qué vergas queremos hacer una Revolución entonces, si con poner a un gerente adeco, chavista, gringo, comunista o globovisionario es suficiente para que la sociedad funcione y nos resuelva los problemas?

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Seguimos: para que la Revolución triunfe hay que derrotar a un enemigo nada desdeñable, de varios millones de personas y muchos recursos a la mano. Muchos revolucionarios (o que dicen y creen serlo) creen que es posible que al cabo de unos pocos años tengamos una Venezuela con 30 millones de chavistas y casi ningún escuálido. Espero no que no me etiqueten de derrotista si les doy la mala noticia de que eso no es posible. Que ninguno de los seres vivientes verá el desenlace de esta película llamada chavismo versus antichavismo, y mucho menos de esa otra llamada capitalismo versus la otra sociedad. Es probable que un añito de estos, por las malas o por las buenas, la derecha termine arrebatándonos el control de su Estado (de este estado adeco, burgués y putrefacto que pusimos a los nuestros a administrar, y que no fuimos ni hemos sido y parece que ni seremos capaces de destruir), es probable que se lo arrebatemos luego, es probable, es probable, todo es probable. Pero el desenlace, o el momento en que todos entendamos la necesidad de cambiar al mundo y procedamos en consecuencia, no lo viviremos.

Sospecha: probablemente en estos días estemos iniciando la construcción de un país y una humanidad en la cual, al cabo de varias generaciones, los seres humanos del futuro se estén habituando poco a poco a un mundo con otras nociones de la vida en sociedad, de la producción, de la recreación, el amor, la naturaleza, el trabajo y la creación. Conozco gente maravillosa, gente muy joven con un alma guerrera del carajo, gente que tiene la mitad de mi edad y menos que eso, con un talento del carajo para pensar y hacer. Ellos tampoco verán el fruto de estas luchas, y eso no me deprime ni entristece, más bien me maravilla y me estimula: los nietos o tal vez bisnietos y tataranietos nuestros, y los de Adriana, Carlos, Lorena, Alejandro, Gustavo, Heizel, Diego y los otros, participarán en las batallas del futuro. El mollejón de tarea que tenemos es ese, ni más ni menos: lograr que esos sujetos no nacidos estén del lado correcto de la historia y no pendejeando ni batallando al lado del enemigo.

Esa es la guerra verdadera y así se mata al enemigo: no estallándoles una bomba en el culo (como tantas veces nos ha provocado) sino poniéndoles en las calles y en los pueblos una bomba de tiempo más poderosa: el ejército de seres humanos hoy en formación, jóvenes y sujetos por nacer, sujetos que reproduzcan el discurso y la práctica de la Revolución, hombres y mujeres que entiendan la necesidad de destruir lo existente y de construir un planeta que valga la pena.

5 comentarios:

Adriana Del Nogal dijo...

Como me llamo Adrianan, no puedo dejar de sentirme honrada por tu escrito. Además, me encantó. La semilla está sembrada.

David dijo...

A lo mejor voy a decir una pendejada. Pero yo era escuálido. Apoye el sabotaje petrolero y el golpe de estado - no activamente, pero creo que eso no cambia nada-. Era un gafo que creía en todo lo que decían los medios y mis profesores de la ucv. Y en mi plan de tener argumentos para defender mi "posición" me puse a meterle el ojo a lo que pasa en el país y a estudiar cómo son las vainas pues. Y mientras más prestaba atención más bolivariano me sentía (en verdad lo que me sentía era cada vez más güevón por las ideas que tenía). Ahora debo decir que sinceramente me considero chavista. Estoy tratando de estudiar los más que puedo estas cosas, de aprender, de entender qué somos como pueblo. Es arrecho cuando descubre las mierdas con las que lo han educado, ese montón de ideas y prejuicios sobre lo bueno y lo correcto. Cada vez que uno descubre la porquería que lleva por dentro es como un coñazo feo. Y verga, no es fácil asumir que uno la cagó, que por ignorante estaba en contra de los suyos. Es arrecho de pana. Claro para medio mundo lo que tengo es senda raya. Y todos creen que les caigo a mojones como para arrimarme la chavismo y sacar provecho. Pero lo mío es sincero. Aunque tampoco me caigo a mojones de creer que el chavismo es perfecto y que es la salvación a todo.

El hecho JRD es que coño, de verdad estamos tan jodios en el coco que no podemos cambiar a mediano plazo. No es posible cambiar la mentalidad esta en una o dos generaciones??

Anónimo dijo...

El Lápiz Azul dijo:

Saludos Duque,

Como sabes, trato siempre de darme una vuelta por tus Blog; esas subidas y bajadas de carácter que tienes, a veces arrecheras impetuosas, de loco meditabundo casi inalcanzable otras, individuo social y solidario siempre... hacen que te tenga por un tipo de pluma, verbo y acción muy visceral (sin detrimento de tu tremenda capacidad racional).

En oportunidades he expuesto entre tus escritos, mi creencia en que hay que "Formar al Ciudadano" sembrar el Socialismo en sus venas(una prueba de que hay que hacerlo es que la oposición advierte desde hace años: Nos van a Adoctrinar!)

Tanto aquella vez que venias de un paseo por la provincia, como hoy que enumeras esos valores que conoces y tienen menos de la mitad de tu edad, Hablan de hacer un trabajo de hormiga que permita diseminar la tierra con esos valores, en un efecto multiplicador.

Pocos de tus visitantes o amigos, habran crecido bajo un entorno de vieja política como yo, entre casas de partido y Romerias Blancas, con cestas de navidad firmadas por CAP y placas firmadas por Lusinchi.

Pero escogí mi camino en el que creo que hay que formar parejas solidarias, hogares solidarios, vecinos solidarios... y así escuelas y barrios... y en este punto volver a atrás a revisar los Cimientos y la Simiente.

Yo soy un asalariado más. Mi Jefe es Escuálido de hecho. Pero es mucha la charla que se hace atrás en el taller... (no para sabotear, que va!) para sabernos parte de un sistema que debe morir.

Fuera de horario hago trabajo social desde la Escuela Bolivariana donde estudian mis muchachas, a quien puedo ayudo y enseño. Mi esposa y yo Adoptamos 4 niñas que con la nuestra son 5. Arborizamos las áreas verdes de nuestra comunidad... Le buscamos actividad a las viejitas y viudas de aqui para que vendan dulcitos y pastelitos para fiestas y se hagan unos realitos y se sientan útiles.

Son pequeñas cosas Duque, semillas como dice Adriana. Pero hay que hacer de Socialismo y Revolución una "Hierba Mala y rara"... que se esparce y florece.

un abrazo

Unknown dijo...

JRD,
estimado compatriota, me parece que nuestra sociedad vive hoy un dilema del coño de la madre, y es que muchas cosas no funcionan para satisfacernos, entonces nos planteamos mejorar y resulta que tampoco somos capaces, y alli surge la discusion sobre el camino correcto para una sociedad justa, entonces estoy de acuerdo contigo, nuestros nietos veran los errores revolucionarios y seran capaces de alcanzar una sociedad mejor llamese socialista o altruista, etc, donde donde los individuos y el colectivo logren satisfacer sus espectativas de vida, pero que nadie se equivoque la lucha actual es la semilla que nos llevara a conquistar eso que llaman "exito" pero en verdad seria alcanzar la paz y satisfaccion entre los que vivimos en esta tierra de dios, lamentablemente hoy tenemos una dura batalla para luchar unidos y es posible que terminemos jodiendonos entre nosotros para que los hijueputas del norte vengan a disfrutar de nuestras riquezas, no somos heroes tampoco guevones pero llegado el momento lucharemos por lo nuestro,,,abrazos Duque

Nadi E. dijo...

El dinero per se no es malo, lo malo comienza cuando en la Tabla de Valores este se coloca por encima del ser humano. El capitalismo no significa el poseer capital sino una ideologia basada en el beneficio personal y otras perversiones mas, pero ¿seria malo el capitalismo (irracionalidades mia) si el proposito de este fuera el bienestar de la comunidad?. ¿Es posible un Socialismo (no individual sino de un pueblo) sin el CAPITAL (medios materiales) para crear las condiciones para que haya trabajo, salud, educación, vivienda y demas cosas básicas que requiere el humano para tener una vida digna?. Te recuerdo el famosísimo dicho "Cuando el hombre erroneo usa el medio correcto este funciona erroneamente". Mira, como parece ser que quieres preocuparte por lo que nadie puede darte respuesta, te dire que MEJOR te preocupas por la destrución de la Tierra debido a la explosión del Sol que ocurrira 18.000.000 de anos a partir de hoy a las 2 de la tarde. Saludos.