jueves, 9 de junio de 2011

Las izquierdas, los chavismos y el pueblo inmóvil



Fue Juan Domingo Perón quien acuñó la esclarecedora, honesta y reveladora sentencia: "El poder se conquista con la izquierda y se defiende con la derecha". La frase es suya, pero la práctica que desnuda es mucho más vieja que el tiempo vital del general argentino.
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¿A alguien le suena la palabra "demagogia"? ¿A quién puede sonarle nuevo o curioso el que los pobres seamos los constructores del planeta, pero que la fama, los honores y el confort les han correspondido sólo al becerro patiquín, aristócrata, señor feudal, burgués, empresario o tirano que mira desde sus amplios ventanales como sus esclavos le dan forma física y espiritual al mundo?
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El mecanismo que asoció históricamente la idea de "izquierda" a la idea de pueblo oprimido es puramente retórico. ¿Y el socialismo?
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¿Y el chavismo? ¿O será que hay más de un chavismo? Ya hace rato detectamos el chavismo oficialista (la burocracia, el PSUV) y el chavismo popular (la gente que actúa, se mueve y discute por pura pulsión emocional e íntima conexión de clase con Hugo Chávez). Hay también una fauna a la que dan ganas de llamar con sorna "Intelectuales en Defensa de la Humanidad", pero alguien se lo puede tomar en serio y creer que soy devoto del Buen Abad Domínguez y Pascual Serrano y mierdas burguesas por el estilo. Así que preintelectuales está bien.
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Y ¿quiénes fueron o dónde se ubican esos vergajos que marcharon el martes 7 en Caracas, se desplazaron en clave de protesta y crítica contra el malfuncionamiento del Estado burgués y contra el tóxico chavismo de oficina y aire acondicionado, y que al final armaron la fiesta encima de una tarima que decía "Unidad popular con Chávez"? Estuve allí y sé, porque además se cae de obvio, que había ahí de todo lo anterior: burócratas, activistas de diversos movimientos, hablapajas de café con leche, pueblo llano, preintelectuales, académicos, campesinos, raperos, comunicadores y coñitos de esos que zumban pelotas pa arriba y tragan candela y tal en los semáforos.
De todo: así que no era otro chavismo sino una muestra pequeña (unos dicen que había 3 mil personas y otros que había 10 mil, así que ninguna de las dos cifras debe ser correcta) de eso que llamamos chavismo así después lo subdividamos.
¿Una tendencia dentro del chavismo? ¿Una parcela activa dentro del chavismo, a medio camino entre la doña del barrio que guerrea contra el capitalismo a sartenazos y el hablapaja profesional?
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¿Y vamos a seguir hablando de chavismo? Es preferible. Porque estamos en Venezuela y aquí hace rato sonó la hora de reubicarnos en el espectro político con un lenguaje propio, actualizado o al menos producto de nuestras luchas seculares, no con los códigos impuestos por realidades y procesos distintos a los nuestros. Los conceptos canónicos de izquierda-derecha, por ejemplo, remiten a los albores de una revolución burguesa que degeneró en "esto" que hoy tritura a los seres humanos y demás elementos de la naturaleza. Sin embargo, entre sujetos y grupos que se asumen revolucionarios y libertarios persiste el fetiche y la adoración de la marca "de izquierda" como presunto ámbito aglutinador de las luchas del pueblo. He oído y leído clamores al respecto entre la gente de El Cayapo-Epatú-Encuentro Mundial de Ignorares. Otros compas también le han metido el dedo (más bien el brazo completo, hasta el hombro) a esa molestosa llaga del esquematismo preintelectual, con esta contundencia:

"El solo hecho de seguir viendo la política con criterios de topógrafo dice mucho de nuestra incapacidad para superar el gran paradigma de la revolución burguesa. Y henos aquí, una vez más, en ello. Es tal nuestro conservadurismo que la escena de la Revolución Francesa donde girondinos y jacobinos ululaban, unos en el ala derecha y otros en el ala izquierda de la Asamblea, todavía constituye nuestra carta de navegación para ubicar aliados y enemigos. La idea es dar el gran brinco cultural que nos permita desempotrar esa escuela de nociones que sigue rigiendo con valores burgueses nuestro pensamiento".

Así habló Alcides Maldonado, de oficio compai de uno.

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Y ¿cómo seguir prefiriendo llamarse o ser identificado como alguien "de izquierda" si en esa tendencia han dicho y siguen diciendo militar sujetos como Teodoro Petkoff, Luis Miquilena, Kico, Vladimir Villegas, Andrés Velásquez, Ismael García, el PPT y Podemos en pleno, e incluso personajes tan ajenos a las luchas populares como Leopoldo López y Delsa Solórzano; un puño de marxistas, marxianos, marxólogos y marxeros de paltó y corbata, sin contar el amplio abanico de burgueses comemierdas que, como Marx fue burgués, entonces ellos se pretenden continuadores y merecedores del título de socialistas e izquierdistas: desde el presidente de España hasta los intelectuales chavistas o antichavistas (Heinz Dieterich y Luis Britto García) que viven de lo que escriben a favor o en contra de Chávez. Como estar "junto al pueblo" o al menos proclamar que se está junto al pueblo da a veces tan buenos resultados (remember Perón), a la mayoría de los líderes y aspirantes a líderes se les dé tan fácil y natural decir que son militantes de izquierda.
¿Usted ha escuchado la palabra "progresista" (o "progre", como llaman cariñosamente en algunos países a los izquierdosos)? Se trata de una denominación que incluye al activista barrial pero que concede indulgencia y salvoconducto también al sujeto que dice ser "de izquierda" y sus amigos se lo creen, a pesar de que nunca se ha ido a ensuciar las manos haciendo lo que hace un obrero o campesino. Pues bien, miren para lo que quedó en Venezuela el concepto y la denominación "progresista":
Y mejor ni hablemos de lo puteada que anda la denominación "socialista", teniendo en cuenta que la "Internacional" que se arroga la representación mundial de los partidos socialdemócratas y sus matices ya metió en un mismo saco hace rato al Psoe, a AD, al Apra, a Un Nuevo Tiempo y al PSUV. ¿Lula? Socialista. ¿Michelet? La más socialista de todas las chilenas. ¿Fernando Buen Abad y Ramonet? Socialistas y además chavistas (es decir, casi santos). ¿El sub comandante Marcos, Chomsky, Margarita López Maya, los jesuitas del Centro Gumilla, Miguel Henrique Otero (no se rían, que la mamá y el papá de este coloso de la democracia se cansaron de recibir agasajos y galardones en la Cuba de Fidel), Carmen Ramia, Américo Martín? Socialistísimos todos. En el caso del dueño de El Nacional, el socialismo se transmitió vía hereditaria desde los genes de un burgués ladrón y acumulador de obras de arte a un burritranco pajizo que a dos cuadras se le nota que anda falto de cerelac o que fue hecho con miao.

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Vuelta a la marcha y sus activadores y participantes. Emociona que haya un gentío capaz de movilizarse sin que Chávez y el Psuv se lo ordenen. Otra buena noticia es que allí hay una masa tan heterogénea que no será posible aglutinarla bajo otra bandera que no sea la de Chávez y su monolítica referencia, Por ahora. ¿Por qué por ahora? Por la sencilla razón de que Chávez dejará de ser presidente y morirá algún día, y no podemos ser tan miopes o imbéciles como para restringir el radio acción de lo venezolano-revolucionario a lo que haga o deje de hacer ese caballero en Miraflores.
¿O será que sí somos miopes e imbéciles? ¿Quién anda por ahí discutiendo lo que hemos de hacer como factores del pueblo organizado en la Venezuela post Chávez? ¿O es que nada más estamos preparados para exigirle cosas a Chávez porque creemos que ese caballero será presidente para siempre, y que para siempre tendrá la obligación de darnos plata, trabajo y emociones?
Más preguntas: ¿quién anda discutiendo u organizando las movilizaciones y acciones contra el capitalismo, más allá de las acciones contra el Estado? Vale, que el Estado burgués es una de las llagas más notorias del capitalismo y por eso es importante confrontarlo, pero ¿qué tal si con la misma energía que le exigimos y le reclamamos a Chávez le echamos un susto un día de estos al mero centro del capitalismo, que es el sistema compuesto por la fábrica, el distribuidor, la escuela y el medio de información a su servicio?
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Sobre el pueblo inmóvil.
Hemos estado discutiendo entre compas sobre lo fácil que es echarse encima la etiqueta de pueblo, y asumir que lo que hace uno califica como acción política de nuestro pueblo. Parece fácil la ecuación: soy parte del pueblo pobre, explotado y excluido, así que esto que hago lo está haciendo el pueblo. Pero regresemos a uno de los primeros párrafos: hay un chavismo popular y es esa gente que actúa, se mueve y discute por pura pulsión emocional e íntima conexión de clase con Hugo Chávez. Gente que no tiene colectivos ni banderas ni jefes, y que si le ponen una franela del Psuv porque Chávez lo ordena pues esa bandera es la que es. Es nuestra gente volátil y en su volatilidad a veces se enardece, a veces se desanima, a veces se abstiene de votar y el echa al comandante vainones duros como el de 2007.
Es nuestra gente aparentemente adormecida, pero que en su latencia puede desbordar amor o poder destructivo.
Es nuestra gente anónima: el gran durmiente del que habló Alí Primera.
Es nuestra gente pobre y engañada, que una vez despertó y arrasó con los templos del consumo.
Pero eso fue cuando se cansó de adorar a Rómulo y al doctor Caldera, cuando se hartó de votar por Acción Democrática y Copei.
Pregunta al chavismo oficial, a los preintelectuales de izquierda chavistas, a los que creen que decir "Viva Chávez" suena igual en la boca de un pobre y en la de Cilia Flores: ¿ya ustedes saben qué van a hacer, aparte de fotografiarse con el comandante, para que el amor del pueblo no se convierta de pronto en fuerza arrasadora y venga por ustedes, Chávez incluido?
Porque este pueblo no está inmóvil ni adormecido, sino en tensión.

3 comentarios:

Nelly Tsokonas dijo...

tun, tun... ¿Se puede? ¿Será que el dueño del cotarro me permite entrar aquí de nuevo? (\;)

Anónimo dijo...

epa, te pego aquí unas palabras que una vez le lei a Rolan Denis (más allá de lo que puedas pensar del pana, si lo piensas) sobre lo que serían las derechas e izquierdas, y que tal como la define él, ahí no cabe algunos personajillos que nombras:
¿Qué es la derecha?
Acumulación de capital, represión, guerra global, aristocracia, valores conservadores, imposición del orden constituido, explotación del trabajo, demagogia política, manipulación masiva de deseos, rabias y resentimientos colectivos, patriarcado y racismo, la vida como espectáculo, el mundo dominado por las trascendencias, sometimiento y alienación generalizada.

¿Qué es la izquierda?
Justicia e igualitarismo, subversión de ordenes y valores, construcción de una sociedad libre y solidaria, internacionalización de las luchas, batalla contra el capitalismo, transparencia en la relaciones humanas, constancia en la lucha, resistencia a cualquier forma opresión, inmanencia y materialidad del mundo, liberación generalizada.

saludos.
Edgar.

Anónimo dijo...

o inventamos o vamos a morir

bueno el artículo, a pesar de que es una cagada




ramiro hellmeyer