lunes, 27 de junio de 2011

Si usted es periodista profesional y está orgulloso de ello, usted es un coñoemadre

Por ahí andan unos compas citando emocionados a Kapuscinsky: "Para ser periodista hay que ser buena persona ante todo. Una mala persona no puede ser periodista".
Qué iba a saber ese pobre polaco güevón lo que la universidad iba a hacer con el noble oficio. El periodismo se jodió cuando la sociedad aceptó el chantaje de la academia, ese según cuyo mandato e imposición sólo los egresados de una universidad son capaces de registrar y difundir informaciones. Cuando usted acepta eso, compadre, usted está reconociendo que quien pasa unas materias y presenta una tesis es dueño de una superioridad moral que lo eleva por encima del común de la gente. Y alguien que piensa así no puede ser buena persona: un periodista graduado que se siente superior por serlo, es una plasta de mierda.
El único periodista que puede ser "buena persona" es aquel que reniega de sus años de adoctrinamiento en la fábrica de burgueses por excelencia. El que se baja de su pedestal y, como primer gesto, admite que el derecho exclusivo que le otorgan sus años de "formación" sobre el registro de la realidad es una estafa, una trampa, una burla. He oído imbéciles decir que el paso por la universidad garantiza que el periodista tiene alto sentido de la ética y la responsabilidad. Como si tragar libros fuera la solución para frenar los impulsos perversos o malignos que hacen que no se distinga entre el bien y el mal. Es en serio: hay gente que cree que si usted se lee a Savater y a Umberco Eco entonces se vuelve bueno y chévere y no va a mentir nunca. Asómese a cualquier periódico o noticiero de este país para que verifique lo que está de cajón: que esa verga es un engaño. El periodista es un ser que clama por ser contratado por el Estado o por una corporación, y al servicio de cualquiera de esas entidades deberá empeñar su verbo y su oficio: si usted trabaja en Globovisión o VTV y no dice lo que su patrón le ordena usted está botao. ¿Da la casualidad que usted piensa igual que su patrón y por lo tanto no se siente presionado o extorsionado al comunicar? Harina de otro costal. Pero cuando usted recibe un sueldo por comunicar está poniendo en venta o alquiler su independencia y su libartad para decir lo que vio y no lo que quiere leer u oír el millonario mamagüevo que le paga.
Por lo demás, alguien que esté orgulloso de su título es alguien que cree que la noticia es una mercancía (y por eso él o ella es profesional del ramo: para ganar plata vendiendo esa mercancía) y por lo tanto se jodió, es un asco de gente.
Para resucitar el periodismo hará falta regresarlo a las manos del comunicador por excelencia: el pueblo que anda y se forma en las calles, no en esos campos de concentración para sifrinos que son las ecuelas de comunicación social. TODAS las escuelas de comunicación social. Mientras tanto lo que tenemos es esto: http://discursodeloeste.blogspot.com/2007/06/autopsia-del-periodismo-venezolano.html

8 comentarios:

PuebloSurcpp dijo...

Je, Je, imagínate nada más a Gloria Cuenca, parásita que vivió del Partido Comunista y que se formó en la URSS; ahora profesora de la UCV-Comunicación Social y la expresión más viva de esa enfermedad que mientan Disociación Psicótica. A Patty Poleo o a cualquiera de los nuestros que por haber pasado por las aulas de cualquier universidad dicen tener más herramientas para manejar la comunicación... Creo que efectivamente hay que dejarle la tarea de comunicar a quien de verdad la ejerce con ética y con responsabilidad: el pueblo que anda en la calle, que por lo demás es difícil que entre a una Universidad porque un cupo en esa carrera se ha convertido en un Kino. ¿Será porque todas las niñas bien y los chicos lindos quieren ser Comunicadores?
Saludos. La Guara

Anónimo dijo...

¡¡es así!!, yo me dedico al Cine o al menos en ese proceso estoy, y todo es manipulable 100% hasta en un documental que supone dice una "verdad" "verdadera" es casi imposible decir una verdad "verdadera" tanto así que algunos documentalistas intentaron contar historias poniendo la cámara en un lugar y no influir en nada, le llamaron Documental observador, y ni siquiera así

Anónimo dijo...

Como este post tiene como tema la maldad venezolana, en su aplicación específica de manipulación de la verdad por los maquiavélicos narcisistas, no puedo resistir la tentación de hacer un comentario que sólo podría hacer en este blog, por ser éste el blog más políticamente incorrecto del país (y más sincero).

Y es que últimamente se han estado publicando resultados científicos y libros divulgativos que arguyen que cierto tipo de maldad, e.g. la genialidad para manipular acompañada de incapacidad para compartir afecto con otros seres humanos, es 1. heredable 2. presente en mayor o menor medida en poblaciones humanas, dependiendo de la cultura e historia del ellas.

Hay culturas que premian biológicamente a "los malvados" (léase, los maquiavélicos narcisistas), concediéndoles mayor cantidad de hijos. Por ejemplo, las culturas que alientan la esclavitud sexual (concubinaje, harenes) y la poliginia tales el islam, en su época del califato, y otras culturas como la china, en la época de las dinastías, hacen propagarse de forma increíble los genes maquiavélicos.

Por ejemplo, de acuerdo con http://news.nationalgeographic.com/news/2003/02/0214_030214_genghis.html el 8% de todos los hombres que habitan en lo que fue el antiguo imperio de Genjis Kahn (dos terceras partes de Eurasia) tiene el mismo cromosoma Y, se sospecha de Genjis, cuyo mayor gozo era segun él mismo decía, guerrear, descuartizando, despojando y violando "mientras las mujeres e hijos de las víctimas aullaban de dolor en un mar de lágrimas". Es bien sabido que hoy día el presidente de Korea tiene a su disposición un ejército de concubinas, igual que su padre. La historia se repite.

La postura cristiana de que todos somos potencialmente igual de malvados últimamente se ha puesto en duda. Es cierto que todos descendemos de los simios y que los chimpancés hacen la guerra sin necesidad apremiante, por el deseo de poder, esto es, para esclavizar a las hembras, más o menos cada 50 años, como nosotros. Pero más allá de eso, los estudios científicos que arguían que todos somos capaces de ser igual de malvados han sido cuestionados últimamente, Por ejemplo, El Efecto Lucifer (The Lucifer Effect) sobre el comportamiento de los seres humanos en las prisiones, ahora se critica porque el método de selección de los sujetos bajo estudio sufrió de defecto de auto selección (Bad Genes). En otras palabra, los hombres que se presentaron para participar, lo hicieron al sentirse atraídos por el tema de las prisiones, y esa atracción era indicio de predisposición a la maldad.

Por otro lado la evidencia de que la maldad tiene un componente genético que ciertas culturas favorecen y otras desfavorecen, se acumula.

Anónimo dijo...

Para empezar es indudable que el ser humano se ha estado domesticando a sí mismo genéticamente hablando a lo largo de los últimos 15 mil años, y hay mucha evidencia de eso. Los genes para los dientes grandes, los cráneos extra gruesos (de los aborígenes australianos), el síndrome de deficiencia de déficit de atención e hiperactivismo (ADHD), son genes que tienden a desaparecer en culturas que se volvieron agrícolas hace miles da años y que fueron sometidas a un largo período de represión. Es interesante que el ADHD es muy raro en el lejano oriente. Se sospecha que ciertas actitudes como la frugalidad y la capacidad de trabajo han sido genéticamente seleccionados en poblaciones agrículas antiguas. Por ejemplo los genes que distinguen las culturas donde se encuentran muchos corredores de fondo son culturas más agrícolas que aquellas donde abundan los corredores de sprinting que favorecen la cacería.

Por cierto que aunque la cultura europea es agrícola, su trasfondo es nómada ganadero, y por eso la preponderancia de los genes para digerir la leche en ella y su domesticación a medias...

La monogamia favorece a los no maquiavélicos, a "los buenos." La infidelidad, a "los malos." En EEUU el estudio de los grupos sanguíneos ha demonstrado que 10% de los bebés son bastardos (The Third Chimpanze) pero hay culturas donde la bastardía se vuelve la norma.

En Venezuela 30% de los bebés son de madres adolescentes, una estadística que lleva ya más de una década. No vaticina nada bueno acerca de la preponderancia de maquiavélicos narcisistas en este país, porque los que salen premiados con más hijos son los "pícaros del barrio," mientras que los hijos de las familias "honestas," cargan con el resentimiento in aplacable de los bastardos y terminan siendo víctimas de todo tipo de atropellos cuando se constituyen en una minoría que el estado no sólo deja de proteger sino que persigue.

Yo creo que Venezuela tiene una cultura que favorece genéticamente a los maquiavélicos desde hace siglos, desde los conquistadores, pasando por Boves, Zamora y que como cultura de bastardos hijos de maquiavélicos, Venezuela es una cultura disfuncional. Los bastardos adolecen del síndrome de "el mundo entero me debe la fidelidad y el afecto que mi padre me negó" y "yo por mi parte no le debo a nadie la fidelidad y el afecto que me negaron" y "los hijos legítimos no se ganaron el privilegio de nacer con un padre responsable, por lo tanto, los frutos de ese privilegio, buena educación, oportunidades etc., son frutos que en justicia no les tocan y no deben tener."

Esto describe perfectamente el carácter del Venezolano promedio de hoy y explica la actual revolución social.

Anónimo dijo...

PANA OCHENTERO DICE:"....VERGA LOCO LOS COMENTARIOS SON DE LO MAS DE PINGA TU ECHANDOLE MADRAZOS A LOS ACADEMICOS DEL VERBO LA PROSA ALEJANDRINOS DE TODA INDOLE Y COÑO HASTA GENGIS KAN SALIO A RELUCIR EN ESTE BLOG Y PA COMPLETA LA VAINA SE CONLUYE QUE TODO EL PEO RADICA EN ESTRUCTURAS NO PENSANTES APOLITICAS Y BIOQUIMICAS DETERMINANTES ABSOLUTAS DE LO HUMANO ANIMAL Y SALVAJE DE TODA LA CREACION COÑO CLARO CON TODAS LAS TONALIDADES PROPIAS DE LOS HOMINIDOS,EN ESO SOMOS LO MAS RELUCIENTE DE ESTE MUNDO HE DICHO...

Anónimo dijo...

Esto es una anecdota. Yo era uno de esos pendejos que estudie comunicacion social en la UCV, recuerdo los años 2000, 2001,y 2002, cuando el país estaba encendido por los cuatro costados, la maquiaria comunicacional de la derecha se habia desatado, y en la Escuela de Comunicación Social nunca se hablaba de lo que estaba sucediendo en el país, ni siquiera sobre lo que ocurria con su propio campo de estudio, es decir los medios de comunicación, tanto privados como del estado. Ocurrian los mayores desmanes en el terreno de los Medios de Comunicación de Masas y en la escuela mirando pa otro lado, pal ombligo, que se yo. Ya tengo 10 años que me retire de la ECS de la UCV, solo me falto la tesis. La verdad solo me gustaria graduarme por el pedazo de papel ese.

Anónimo dijo...

Que risa me dio el primer comentario. La vieja loca esa de Gloria Cuenca me dio clases alguna vez, era esposa de otro profesor tan funesto como mediocre llamado Adolfo Herrera. En fin a Cuenca la recuerdo defendiendo a capa y espada a Ibeyise Pacheco cuando se peló y dijo que el hijo de Alí Rodríguez andaba traficando gasolina durante el paro, habiendo este fallecido años antes.

A Adolfo, con quien también tuve la desgracia de ver clases, lo recuerdo hablando constantemente de sus días de "lucha guerrillera" y sus visitas a la China de la Revolución Cultural. Mucho huevón, mucho ego, mucho jalabola.

Todos esos mojoneros de oficio que escriben columnas que parecen sacadas de un guión de Hollywood (como Nelson Bocaranda o la misma Pacheco) salieron de una escuela "seria" de comunicación social. Así que déjense de comer cuento. Toda esa vaina es una farsa. Repito, solo observen a la cagada de periodistas que hacen vida hoy en este país, todos esos tipos están graduados.

Al final siempre llegará el momento donde lamentarás haber perdido tanto tiempo valioso metido ahí.

Diego

Anónimo dijo...

Estudiar no asegura tu ética pero si escribir bien y con propiedad.
Si crees que puedes estar por encima de mi o de cualquiera que estudie el oficio también eres un coñoemadre.

El periodista tiene alma de investigador y consulta a eco y mcluhan pero a la hora de ejercer la labor nunca dejamos de aprender de las circunstancias y de nuestros colegas.