lunes, 25 de julio de 2011

Caracas, van 444




Caracas nació con el germen de su propia destrucción incrustado: nació como ciudad medieval y esclavista y hoy es una ciudad capitalista, la más grande y rejodida de un país saqueado por siglos.
¿Es inútil soñar, pretender o intentar salvarla o tan siquiera humanizarla? Sí, porque todas las grandes ciudades capitalistas de Latinoamérica fueron diseñadas para que unos pocos vivan bien a costa del sacrificio y la segregación de las mayorías: los seres humanos pobres, los sirvientes, esclavos y nómadas excluidos.
Estos últimos tenemos inscrita en nuestra bitácora de luchas la tarea enorme de construir felicidad y afectos mientras se construye otra sociedad. Nuestra lucha es un largo intento y menos mal que la meta es el camino; si hubiera un llegadero definitivo el esfuerzo colectivo sería inútil y su único resultado sería el desconsuelo. Tal como en la vida de los individuos, las conquistas por celebrar están en el camino y no en una meta: ¿para qué tanto esforzarme individualmente si al final voy a morir y esa es la única y concluyente llegada? En el camino está la dignificación de la gente; la salvación de la ciudad no está en ninguna parte. Es necesario y urgente trabajar por y con las personas, no con una ciudad que no fue creada para quienes creemos en otra forma de vida.

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Caracas es un campo de concentración donde a los esclavos se nos ha impuesto la misión de autodestruirnos en fábricas, oficinas y calles de la indigencia para garantizar el confort de un puñado de burgueses. Caracas es templo y territorio apto para adecos, esta ciudad fue hecha a su imagen y semejanza y no es casual que Antonio Ledezma haya obtenido tal cagalera de votos en las últimas elecciones municipales: el espíritu de esta ciudad todavía le rinde culto a monstruos del pasado.

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Las ciudades latinoamericanas son un remedo macabro de grandes capitales europeas y por lo tanto es inútil e irresponsable creer que imitando a París un día comenzaremos a parecer parisinos. La historia europea es distinta a la nuestra y por eso nuestras ciudades nunca serán como aquellas. A la gente que se maravilla y se llena de esperanzas por la fórmula que funciona en una Amsterdam sin pobres a la vista, sólo hay que recordarle que el confort europeo se debe directamente a nuestra miseria. Ellos están bien porque nosotros estamos mal. Ni los procesos históricos, ni el componente social, ni el clima, ni la geografía de ellos se parecen a los nuestros. Nunca seremos iguales y nunca las medidas que les sirven a ellos nos servirán a nosotros.
¿Quién fue el que dijo que es preciso inventar o de lo contrario erraremos? No es un eslogan, es un camino: o hacemos algo que nazca de aquí adentro o seguiremos muriendo de imitación y de anhelos cosmopolitas.

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Por supuesto que el fenómeno de la destrucción de Caracas tiene beneficiarios. La clases medias y altas ha implantado fórmulas para mantenerse dentro del caos y a costillas del caos, y una de las más perversas consiste en chantajear a la sociedad con la promesa o la ilusión de que la ciudad es salvable si pone a su servicio unos cuantos gerentes, profesionales, planificadores..Después de muchas décadas de aplicar esta estafa ya a mucha gente le suena lógico y "normal" (aunque no puede verificarlo en la realidad) que si un muchacho entra a la universidad y se gradúa con buenas notas ya es candidato a salvador de la ciudad. Miles de planificadores summa cum laude han salido de las universidades y las ciudades van peor, pero la gente sigue creyendo que metiendo a los jóvenes a estudiar la ciudad se salvará algún día. Opera a favor de esta leyenda lamentable la eterna postergación del futuro, el "si" condicional: Caracas está vuelta mierda PERO SI fuera gerenciada por un profesional honesto y buen planificador las cosas serían distintas. O más bien: "Deja que llegue un gerente eficiente a gobernarnos pa que veas como Caracas será como Niuyor".
Mientras tanto, en el puto presente que no deja espacio para teorías o creencias en lo sobrenatural, el paradigma del Gran Planificador y Urbanista excelso dentro del proyecto chavista reside en la figura macilenta y ultrapotable de un Farruco Sesto que de verguita logra convencer a Chávez de que en Caracas cabe otra Caracas: otra tragedia dentro de la desgracia. La inyección de curare dentro del chorro de cianuro.

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Los habitantes de Caracas claman por un futuro pero los grandes planificadores y gerentes (socialistas) invierten su mayor esfuerzo en maquillar el pasado. Vayan al centro histórico y disfruten del espectáculo de las edificaciones del poder colonial remozadas y limpias. Ni se asomen por los restos de la "casa" de la vieja Inés Castro en San Pablito de Mamera: visiten la Casa Natal del Libertador. No se acerquen ni a 100 metros de distancia de donde vivieron William, El Diablo y Valentín en Macayapa:



No, mejor emociónense hasta las lágrimas viendo obras en el Teatro Principal. Homenaje al pasado esclavista y mantuano (guzmancista en el menos triste de los casos): las casas de los vendedores y compradores de esclavos africanos están relucientes y el Gobierno nos invita a mirarlos con amor, orgullo y reverencia; las casas de los actuales esclavos de todos colores (descendientes de aquellos) están escoñetadas.
Reconocimiento: el Gobierno les ha dado casas a miles de personas que perdieron la suya (incluidas estas personas que produjeron el video anterior), pero arrecha saber que mientras tantos esfuerzos, recursos y respetos del Estado burgués van a las casas de los esclavistas muertos todavía queda gente sin casa que vive en refugios. Y ¿qué quedará de la memoria de los esclavos y sirvientes muertos si esos ni siquiera tenían casa?

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¿Cómo se está intentando salvar a Caracas, a este cuerpo en estado de descomposición donde 5 millones de almas apretadas y empujadas al consumo y la violencia son demasiadas para los pocos recursos disponibles? Vale recordar esta medida monstruosa:
Proyecto Tuy IV: intento desesperado por echarle chorritos de agua a una urbe que no se volverá habitable ni que le regalen todos los Amazonas y Orinocos.

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Esto, en lo que respecta a la visión "socialista" del problema. Ya verán qué nos tiene reservado la reacción neonazi. Madre santa, protégeme.
Acá puede percibirse lo peor del síndrome "Vota por mí y salvaré a Caracas":
Durante una de esas alocuciones televisadas que le provocan a uno haber estado presentes y con un arma en la mano, ese estúpido de oficio llamado Leopoldo López (para ese entonces alcalde de Chacao) invitaba a los caraqueños a votar por su partido en la contienda por cargos regionales y municipales. Adivinen qué: él también aseguraba (y todavía se lo debe creer) que era capaz de convertir la capiutal en una ciudad guao, o sea: miamor con te quiero. Todo eso estaba bien, no ha sido la primera ni la última vez que uno ha escuchado güevonadas por el estilo. Pero, increíblemente, este coñoesumadre estaba destinado a ir más allá, a partirla en diez, a reventar todos los moldes del descaro aplicado al proselitismo político. Dijo (les juro por mis viejos muertos que lo dijo): "A ver. ¿En qué municipio de Caracas se vive mejor?".
Yo sé que ya ustedes entendieron el chiste, pero no puedo aguantarme las ganas de explicarlo: este maldito estaba insinuando que si él fuera alcalde o gobernador o rey de Caracas, en La Charneca y El Guarataro la gente viviría como vive la gente en La Castellana. Que el confort y la abundancia del municipio más chic de Venezuela se debe a que él es un tremendo gerente, y no a que los habitantes de ahí nacieron con sus problemas básicos (y otros más) resueltos.

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¿Y qué hacer entonces? ¿Cómo debe transitarse ese camino caraqueño que no lleva a ninguna meta? ¿Entregarnos al fatalismo del que no espera nada de nada porque igual se va a morir? No, porque el camino, que es la meta, se está transitando desde el pueblo y no desde el Gobierno: desde la destrucción y la construcción espontánea de la gente y no desde el escritorio de los burócratas y genios de la "Caracas dentro de Caracas".
Dato: la propuesta de construir una sociedad comunal es clave. Un país más pendiente de sus gobiernos comunitarios que del Gobierno central o estadal. Es el camino, está trazado y comenzado a transitar. Por ahí vamos, esa es nuestra historia: la que estamos inventando y no la que nos están trazando los ricos y poderosos, como el parlamento repugnante de una película donde siempre los pobres terminamos perdiendo.
Con la gente de el23.net hemos discutido largamente este asunto: estos compas están orgullosos del barrio como construcción de gente buena, enérgica y violenta. Dicen ellos que la sociedad del futuro debe ser y funcionar como los actuales barrios y no como las urbanizaciones de clase media o para millonarios y aristócratas. Dice El Cayapo: "No podemos anhelar para el futuro que la humanidad viva en barrios como los actuales, ya que estos son los campos de concentración donde el capitalismo condenó a vivir a los esclavos. Que en esos campos de concentración la gente se las ha arreglado para ir construyendo afectos y momentos gratos es una cosa, pero mientras haya barrios de gente pobre habrá urbanizaciones de ricos explotadores".
Cierto: uno asocia el barrio con temperamento caribe, música sabrosa, hembras-pueblo, carcajada y guerreros en formación, y es maravilloso que eso sean los barrios dentro de la tragedia del capitalismo. Pero en el futuro no deberían hacer falta los guerreros porque no debería haber guerra. Cuando haya sido liquidado el ansia de ser explotador y la necesidad de vender el cuerpo (alimento d ela esclavitud) entonces tendremos cancha para decidir entre todos si vale la pena permanecer en las casas, calles e infiernos que nos construyó esta época pavorosa que está muriendo, o si vale la pena el esfuerzo de ir a reencontrarnos con la tierra que abandonamos por meternos a urbanos y cosmopolitas.
"Pasarán más de mil años, muchos más": no es un bolero, es el ritmo de la historia humana y hay que acostumbrarse también al hecho de que no estaremos vivos para cuando esa discusión acerca del barrio necesario tenga sentido.

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Feliz cumpleaños 444 pues, Caracas, hasta donde eso sea posible.

3 comentarios:

Wilfredo dijo...

...Duque, eso no lo escribistes tú, eso lo escrbió tu puto corazón, que a veces es lo mismo pero no siempre es igual. Gracias por seguir rejodiendo. Gracias por tu lúcida arrechera. Los que vamos a morir te abrazamos.

Anónimo dijo...

Creo que confundes el teatro Municipal, hecho por Guzmán, con el Principal, reinagurado hace poco y que data de mucho después que el teatro guzmancista. El Municipal fue el tradicional lugar de las óperas y espectáculos a gusto de la aristocracia caraqueña y la más alta burocracia. El Principal fue escenario de significativos sucesos de la historia cultural local: la visita de Gardel y el estreno de varias películas de ese genio del arte y la filosofía popular latinoamericana que fue Tin Tan. Además, la reciente reinaguración del Principal se hizo con la obra Esa espiga sembrada en Carabobo de César Rengifo, con personajes como el negro Miguel, Caupolicán, Guacaicapuro, Tupac Amaru, entre otros; lejos de ser una evocación patriotera es un llamado a seguir la lucha porque ¨Tierra queda en América herida por las uñas de chacales sombríos;triturada entre yunques y puños imperiales, sofocada por humos y secos pedernales." Toda la obra de Rengifo (en la pintura y el teatro) fue una reinvindicación de los marginados y excluidos de nuestra historia. Comparto casi totalmente lo que expones en tu artículo, pero creí necesario este comentario no sea que el detalle lleve a interpretaciones injustas para con este artista, consecuentemente marginado de nuestras balurdas academias de enseñanza artística y escénica, así como de los recintos teatrales. También es justicia con los cinéfilos y amantes de las rancheras que acudimos hasta hace 20 años al Principal, cuyos dueños burgueses tienen la honrilla de haber resistido hasta más no poder (o mejor dicho, hasta que la disminución de la plusvalía se los permitió), la avalancha holliwoodense y la expansión del circuito Radonsky.
Oscar Acosta

Anónimo dijo...

además que si nos ponemos a hilar fino y no caer en el celebracionismo de mierda y de siempre, nos damos cuenta de que el 25 de julio no es el día de la "fundación" de caracas (tuvo cuatro, la de fajardo por el calvario, la de el caballero de la capa roja, una primera de diego de lozada, las tres repelidas a carajazos por guacaipuro y su gente, y la cuarta, la definitiva, la que viene después de la batalla de maracapana y el asesinato de guaicaipuro, así que en el mejor de los casos estamos conmemorando la muerte de guaicaipuro o la gloria de diego de lozada. de hecho, hay versiones que dicen que caracas fue fundada el 11 de abril, y no estoy jodiendo. averiguad cabrones.

diego