domingo, 11 de febrero de 2007

Fotografías del cadáver de Anna Nicole Smith


Sí, este post tiene por objeto aumentar las visitas al blog.
Más o menos lo mismo, o lo mismo pero con un morbo y una inhumanidad multiplicados miles de veces, es lo que hace la industria de la información cuando en la autopista hay olor a tragedia. Carroñeros por vocación, han entendido y asimilado la premisa según la cual no hay nada que venda más que el sexo y la muerte. Y si ambos ingredientes vienen mezclados de alguna manera, mucho mejor: Anna Nicole Smith mantuvo a los devotos de la farándula y el show barato (barato como distracción; carísimo como producto) de orgasmo en orgasmo, de modo que era previsible un final devenido madre de todos los clímax. Decepcionante e incongruente hubiera sido verla morir de vieja o de gripe.
En un tiempo en que todo es convertido en mercancía, los consumidores de información presenciamos en vivo y directo la agonía de un Juan Pablo II, anciano caballero cuya última imagen en vida fue una donde se le veía boqueando y farfullando, tratando de modular algo entendible en alguno de sus veinte idiomas, ante millones de espectadores. Vimos también a un Saddam descargándose bello a sus asesinos un segundo antes de morir con el pescuezo partido en dos. Vimos y seguiremos viendo en la web miles de videos donde la muerte tiene señorío: el momento final de unos cuantos seres anónimos y olvidados son banquete habitual de los buscadores de imágenes fuertes. Imagínense lo que le espera a la buenota de Anna Nicole: un tribunal ha decidido que su cadáver no podrá ser sepultado sino hasta el 20 de febrero, mientras se determina vaina tan importante como la paternidad de su hija. Así que nueve días permanecerá su cadáver expuesto a muchas cámaras y a muchos apetitos malsanos. Tiempo suficiente para que esta cosa llamada internet divulgue más detalles de su cuerpo que los que divulgó mientras estaba con vida, que ya es bastante decir.
Hay un antecedente remoto digno de mención. He visto en ese monumento a la necrofilia llamado Ogrish una fotografía del cadáver de Marylin Monroe. La sensación es rara, y la sorpresa que se siente es al mismo tiempo sorpresiva: se impacta uno al enterarse de que esa foto existe, y un segundo después se extraña de que el cadáver sea horrible. Esa mujer que yace con el pelo húmero en la morgue no guarda ninguna relación de identidad con las imágenes universalmente difundidas de quien fue símbolo de la belleza norteamericana.
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¿Repetimos la confesión del principio? Sí va: este post tiene por objeto aumentar las visitas del blog. La única diferencia entre este amarillista blog y la industria de la información al servicio de las mentes pervertidas es que la TV, los periódicos y ciertas páginas de internet cobran por ello; yo tan sólo conseguiré ser leído por un puñado de idiotas.
En uno y otro caso, que les aproveche.
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En Technorati:
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente estrategia y excelente franquesa!!!!

Dado tu evidente interés por la literatura, me permito enviarte mi link, en el cual encontrarás mi novela “VIRTU@L” publicada On Line.
Jugando en similar sintonía a la de un “reality show” televisivo, esta novela se inspira en múltiples experiencias “reales” que se desarrollaron en la red y en diversos salones de chateo. Finalmente, como una suerte de justicia poética, la novela encuentra su legítima publicación en la red. Vitu@lmente nació, y virtu@lmente se publica. Sus personajes, absolutamente TODOS sus personajes, son virtu@les. Y sus lectores, en consecuencia, serán virtu@les.
Si te animas, léela. Y si te gusta, ¡promociónala!
Nada de lo que digas, escribas o sientas, dejará de ser un gesto virtu@l.
http://omarmesones.blogspot.com/
Gracias!!!

Montilla Romero XVIII Prom. 1ra CIA. 3er Peloton dijo...

Me llamaste idiota... :(